Las orquídeas ya deben de estar creciendo en los alrededores de Zaragoza. No puedo ir a verlas debido a la necesidad de permanecer aislado en casa. no sólo por la alArma sanitaria sino por un problema con mi rodilla. Darwin, tras realizar su viaje
alrededor del mundo, no disfrutó de muy buena salud el resto de su vida. Estuvo
muchos años recluído en su casa recogiendo observaciones de sus palomas y
entablando correspondencia con otros naturalistas que le aportaban datos de sus
observaciones por todo el mundo. Buscaba sin cesar datos que le apoyaran en su
idea de la evolución de las especies mediante la selección natural. El trabajo
fue ingente y la línea de sus investigaciones rondaban siempre la reafirmación de su
teoría de la evolución.
Uno de esos trabajos fue la
investigación llevada a cabo con la fecundación de las orquídeas. Esa
investigación, que se plasmó en un libro, resulta ser una lectura muy
recomendable. Fue confeccionado con las observaciones que realizó en el entorno
cercano de su casa, a las que añadió las realizadas con material que se le
enviaba y las observaciones de otros naturalistas.
Fue un libro que en gran parte se
escribió y confeccionó en sus confinamientos por motivos de salud, y eso me ha dado la idea de escribir esto también en un período de confinamiento y cuando las orquídeas comienzan a salir.
Estudió Darwin diversas familias de
orquídeas y el modo en que los insectos intervienen en su fecundación. El
sorprendente mecanismo de estas plantas puede ser contemplado en directo y es
una herramienta muy útil para hablar de ejemplos de coevolución en las
excursiones que se realizan por el monte. Una de esas excursiones la realizamos con un grupo de profesores en el entorno del pueblo de Ruesta, en el norte de Zaragoza. La especie
de orquídea que se prestó a colaborar en la citada excursión fue una Himantogloussum
hircinum, cuya fotografía encabeza esta entrada.
Os explico un poco el mecanismo de
fecundación de estas bellísimas plantas. Es característico de las orquídeas un pétalo modificado a
modo de pista de aterrizaje para los insectos llamado labelo que por la parte posterior acaba en un receptáculo alargado
donde se acumula el néctar que atrae a los insectos y que se llama nectario. La longitud y forma del nectario es diferente según a que
insecto vaya orientada y de que orquídea se trate. Cuando el insecto aterriza en el labelo, se desplaza hacia el cáliz de la flor para poder acceder al
néctar contenido el nectario. Es
entonces cuando se pone en contacto con un mecanismo automático que al ser empujado o
rozado, libera un órgano llamado polinio
que se adhiere a la parte del insecto que interese según la especie de orquídea
que sea.
El polinio es una formación especial en la que se encuentran los sacos
de polen. Consta de una parte pegajosa que se llama disco, con el que se fija al insecto y un filamento llamado caudícula que une el disco con los sacos de polen al otro
extremo. El objeto del mecanismo es maravilloso y está pensado para garantizar
la fecundación cruzada. Si el insecto visita una flor madura, al acceder al
néctar roza una parte llamada rostelo y
los polinios se desprenden quedándose adheridos por medio del disco. Cuando visita la flor siguiente
de la misma planta la disposición de los sacos de polen quedan de tal modo que
no pueden entrar en contacto con el estigma de la flor y por lo tanto no se
produce la fecundación. Transcurrido un tiempo, que es variable según la
especie de orquídea que sea, se produce la desecación del disco haciendo que la caudícula
cambie la inclinación con la que se inserta en él, de modo que los sacos de
polen cambian de posición descendiendo.
El tiempo transcurrido, distinto para cada especie, es tal que se garantiza que
el insecto haya cambiado de planta cuando se produzca el descenso de los sacos de polen y cuando el insecto visita una nueva flor, entren en contacto con el estigma produciendo la fecundación. Este proceso es sencillo
de observar en la orquídea antes mencionada, ya que el descenso de los sacos de
polen se produce en un espacio de tiempo de unos quince segundos o así. En la fotografía de arriba a la izquierda, vemos el polinio que ha quedado pegado en el lápiz mediante el disco, y la caudícula muy corta que lo une a los sacos de polen. Esa posición es la que adopta tras secarse el disco, es decir tras producirse el descenso. Unos segundos antes su posición era a 90º respecto al lápiz. Las personas que estuvieron presentes vieron como se producía el descenso hasta esa posición en directo. A la derecha sobre esta línea una mariposa Zygaena filipendulae hallada muerta ese mismo día y que tiene un polinio adherido sobre la espiritrompa
A Darwin se le planteó un problema
con las orquídeas del género Ophrys,
es decir esas que tienen formas que imitan a insectos. (A la izquierda una Ophrys speculum, bastante común en los alrededores de Zaragoza). El problema era que estas orquídeas carecen de nectario, y que al
carecer de él no comprendía que
papel jugaban los insectos en la fecundación, al no existir atrayentes y una
recompensa que animase a los insectos a visitar más flores iguales. Tras muchas
pruebas y ensayos y tras permanecer tiempo observando a las orquídeas no
contempló visitas de insectos a las mismas y llegó a la conclusión poco firme
de que estaba adaptada a la autofecundación y que los sacos de polen eran
colocados en el estigma por acción del viento. Y la conclusión era poco firme
porque el mecanismo de desprendimiento del polinio
era similar al de las otras orquídeas y transcurrido un tiempo se producía el
descenso de los sacos de tal manera que se colocaban justo en la posición
adecuada. Darwin dudaba que la naturaleza derrochase recursos de este modo.
Fue más tarde cuando otros
naturalistas se percataron que estas orquídeas también realizan la polinización
cruzada, fecundando a otras plantas diferentes pero que era su aspecto,
parecido a las hembras de unas especies de abejas en concreto lo que atraía a los machos de
esa especie y los polinios quedaban
adheridos a su cuerpo al intentar copular con las flores. A la derecha flor de Ophrys speculum junto a una hembra de Dasycolia ciliata a quien imita
A la izquierda, imagen de un sello belga que ilustra la orquídea con el macho de la abeja que la poliniza.
A pesar de no haber llegado a esta
deducción, hizo una curiosa predicción. Al llegarle una orquídea procedente de
Madagascar, una orquídea conocida como estrella de navidad, (Angraecum sesquipedale), Darwin predijo
que su fecundación dependía de una mariposa nocturna gigante con una
espiritrompa de entre unos 25 a 28 cm. que todavía no se conocía. Algunos
entomólogos ridiculizaron tal afirmación que Darwin hizo en el libro publicado
en 1862. En 1903, fue descubierta la mariposa que fecunda a esta orquídea, y
fue bautizada como Xantopan morganii
praedicta, haciendo mención pues a la predicción de Darwin sobre su
existencia. Su espiritrompa mide 26 cm.