Siguiendo con la serie dedicada a los dientes de los
mamíferos, en esta entrada vamos a tratar los lagomorfos. Los lagomorfos ibéricos
son la libre y el conejo en sus distintas especies. A pesar de su parecido con
los roedores debido a sus incisivos prominentes, los lagomorfos poseen algunas
características que los diferencian claramente de estos. En primer lugar, sus
incisivos superiores, están acanalados profundamente dando la impresión de
estar divididos en dos. En segundo lugar, los lagomorfos poseen un incisivo
pequeño situado detrás justo del incisivo acanalado que está dispuesto al modo
de los roedores.
Los incisivos inferiores no aparecen acanalados, teniendo la
misma forma pues que los de los roedores. Los molares, que son de crecimiento
continuo o de “raíz abierta” (hipsodontos) presentan unas coronas con crestas transversales que constituyen unas eficaces limas capaces de moler gran
cantidad de vegetales.
La fórmula dentaria de los lagomorfos es I 2/1 C0/0 PM 3/2
M3/3. Al ser la fórmula dentaria idéntica en conejos o liebres y presentar grandes
semejanzas sus cráneos, se hace muy difícil diferenciarlos. A la izquierda, fórmula dentaria superior en un cráneo de conejo. Encabezando la entrada, fórmula dentaria inferior en un cráneo completo de conejo.
La mejor
forma para separar un cráneo de conejo de uno de liebre, es mirando su paladar, que si bien en ambos casos es pequeño, en el
conejo es más o menos cuadrado. En el caso de la liebre es claramente
rectangular, siendo al menos el doble de ancho que de largo.
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