Andando por la orilla del Gave de Pau, me encontré con estas
galerías presumiblemente realizadas por un topo. Esto supuso para mí un verdadero enigma.
Hemos de pensar, que en fechas recientes este río se ha desbordado y que estas
zonas han estado cubiertas por el agua con una profundidad de unos tres metros
o algo más. Cuando veo las galerías y el montículo de tierra típico que deja el
topo común (Talpa europaea), me pregunto: ¿dónde estuvo este animal durante la
riada?. El topo es incapaz de huir de este sitio debido a su lentitud y a que
no podía ir a ningún lugar seco cuando se inundó su guarida. He de pensar, que
sus galerías más profundas no se inundan y que se mantienen secas a pesar de
estar sumergidas, ya que no me cabe otra explicación. Por otra parte, hemos de
pensar que cuando un río sufre un avenida, la mayor velocidad de la corriente
produce un arrastre del fondo del cauce, y cuando la avenida cesa, la pérdida
de velocidad provoca una nueva sedimentación, por lo que el suelo que estoy
viendo no es el mismo que había antes de la avenida. Tanto el suelo
antiguo como sus presuntos moradores estarán ahora a muchos kilómetros de
distancia río abajo de aquí. En la orilla opuesta también se advertían
montículos presumiblemente practicados por el topo, indicando que quizá fueron
bastantes los topos que pudieron sobrevivir a la inundación en sus madrigueras.
Otra posibilidad que se me ocurre, es que fuesen madrigueras
de rata topera (Arvícola terrestris), y que pudieron trepar a los árboles
cercanos y retornar tras la inundación. Al ser esta posibilidad mucho más
razonable, he de sopesar lo que se ve en las fotos para solucionar este
dilema.
En principio. En contra de la teoría de que estos montículos
responden a la autoría de un topo está que los montículos no están en línea con
el túnel, sino que es como si surgiesen de ramas que parten de él. En contra a
que la madriguera corresponda a una rata topera, la galería, que es apreciable en la superficie, y esta es una indicación de galerías practicadas por topo.
Buscando características que nos distingan los montículos
dejados por un topo y los de una rata topera, sabemos que los montículos de
topo se encuentran sobre los túneles que discurren por debajo, estando la salida de los
materiales de la excavación en el centro del montículo. En el caso de la rata
topera, el material es expulsado al exterior no desde abajo, sino desde un lado
de la galería por lo que el montón aparece por
la acumulación del material que se expulsa por un lado. En la foto, el
material es muy arenoso por lo que no se aprecia el agujero de salida del
mismo, pero una mirada atenta, nos muestra que el suelo, algo compactado, ha
formado una costra. La costra levantada aparece en aquel lugar en el que el suelo ha sido
perforado desde abajo, y en el resto del montículo sólo se aprecia la acumulación de la tierra que es
expulsada desde abajo por ese punto. En el caso de que la expulsión de la tierra se realizase en el centro del montículo, la costra estaría sepultada por los materiales de la excavación expulsados después, y no como en este caso que la costra aparece claramente sólo a un lado de dichos montículos, y el material de la excavación amontonado hacia un lado.
Esto nos indica que la tierra ha sido expulsada no desde abajo de forma perpendicular a una galería subterránea, sino desde un lado, diciéndonos claramente que esta guarida pertenece a una rata topera, y no a un topo.
Si fuese director de cualquier parque, y quisiera potenciar la calidad de visitas guiadas, te polnía delante un cheque en blanco sin dudarlo.
ResponderEliminarEnhorabuena Grumete, atrapas, cautivas con tu pasión y sabiduría de naturalista, no me canso de repetirlo.
Fenomenal ejemplo de deducción, no hay nada como analizar a fondo las evidencias para extraer conclusiones.
ResponderEliminarSea quien sea el productor lo que parece claro es que tanto galería como montículo fueron generados tras las riadas (se ve que la costra ha sido rota al excavar la galería) Incluso se puede decir que tras ser producidos han sufrido al menos una lluvia (parte de los trozos de costra se han "erosionado" y la costra no afectada por las galerías presenta pequeños cráteres circulares que son las huellas de impacto de gotas de lluvia) Por eso creo que es la forma de generar el montículo lo que nos tiene que guiar hacia la identidad del productor, no la capacidad de huida de éste frente a la riada. Quiero decir que podría tratarse de un topo que hubiera colonizado el área inundada tras la riada si no fuera por la pista que nos da el montículo.
Un saludo
Muchas gracias, con vosotros no me hace falta abuela...
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