jueves, 19 de diciembre de 2024

Las Islas Afortunadas

 


El Teide. Asomando entre las nubes. Yo imaginaba algo así como la isla de King Kong. Recordaba los relatos de Alexander von Humboldt y de Charles Darwin. Ambos decían lo mismo. La imponente montaña asomando entre las nubes. Yo llegaba en avión, y me imagino que eso quita bastante magia al asunto. Desde las alturas todo es pequeño, y más que ver la cumbre asomando por encima de las nubes, lo que se ve es la isla con sus casitas desparramándose hasta el mar.

Alexander von Humboldt, pudo bajar del barco y pisar Tenerife. Relató las maravillas del paisaje, la flora y su fauna. Aún a pesar de la cuarentena, le dejaron deambular por el terruño supervisado por un guardia que para comer sólo llevaba gofio. Una harina de diversos cereales que se tuesta y se amasa posteriormente, lo que la hace comestible después al estar cocida, pese a que lo pastoso de la bola en la que la amasan, la hace difícil de tragar. Es el relato de Humboldt. Relata como un guardia, extendía una caña sobre la que se ponían los documentos que indicaban que el barco estaba libre de enfermedades. Este papel era lavado con vinagre antes de ser leído por si acaso. Pudieron repostar y hacer acopio de víveres mientras él pudo aprovechar para explorar.

Darwin no tendría tanta suerte. Esperaba con impaciencia la llegada a las islas maravillado con los relatos de Humboldt. Primero tenía miedo de no poder estar en condiciones, ya que pasó muy malos días al principio del viaje. Al llegar, una epidemia de cólera que se había desatado en Inglaterra, aconsejaba a los residentes de la isla a someter a los barcos procedentes de dicho país a una cuarentena de 15 días. El capitán Fitz Roy, se enfadó y partieron sin fondear en el puerto por más tiempo. Siempre he pensado que al ser las Canarias unas islas oceánicas como las Galápagos, de haber bajado Darwin, quizá la teoría de la evolución de las especies habría tenido algún relato alusivo a las especies de estas islas. Lo leí en un libro que compré. Cuando lees de otra persona lo mismo que piensas tú proporciona cierta alegría.


El turismo hace que miles de personas vayan a la isla. Cuando fuimos al Teide, que no pudimos subir en el teleférico, le decía a mi hijo que no pasara pena por que no pudiéramos subir. Estábamos viendo los tajinastes rojos (Echium wildpretii), en la foto de la derecha. Una planta de la familia de la popular borraja que comemos en Aragón pero que sólo podríamos verla allí, pues es el único sitio donde vive en todo el mundo.

A la vuelta de un paseo donde vimos otras plantas endémicas como la retama del Teide (Spartocytisus supranubius) entramos a una cafetería a tomarnos un cortado. Yo miraba de aquí para allá. Y lo ví. Un precioso macho de Pinzón azul, (Fringillia teydea). Otra joya. Sólo en esta isla se puede contemplar este ave. En ninguna otra parte del mundo. Y allí estaba. En un pino al lado de la cafetería. 


Quería pasear un poco por el pinar de pino canario (Pinus canariensis) y ver los rebrotes de tronco que se producen tras los incendios, como se ve en la fotografía de la izquierda. Tuve suerte de ver un nido de picapinos y troncos con daños provocados por  de Tenerife, (Dendrocopos major canariensis) otra ave, que sólo aquí se puede ver.

No es raro el cernícalo común, (Falco tinnunculus canariensis) que se ve con cierta frecuencia en su variedad isleña. Los lagartos son otros de los tesoros que se pueden ver en canarias. En los jardines de plena zona urbana como los de Garachico, el lagarto tizón (Gallotia Galloti) es frecuente, y habita tanto en Tenerife como en La Palma. Hace tan sólo 20 años se descubrió una nueva especie en un lugar aislado de tenerife un lagarto gigante . La salamanquesas que aquí se llaman perenquenes (Tarentola delalandii) y sólo habitan en Tenerife y La Palma.

El mosquitero canario (Phyloscopus canariensis) es abundantísimos, y es especialmente llamativo oir a los canarios (Serinus canaria) por los árboles de los paseos, ya que aquí son silvestres y originarios de canarias y Azores. Así pues, un primer contacto con la isla de Tenerife muy agradable. Ya me he hecho con todo tipo de mapas y publicaciones. La próxima vez será más intenso, teniendo aún pendiente el bosque de laurisilva.

La visita al museo de naturaleza, fue muy productiva. Pude observar los restos de especies que ya no están con vida pero que recuerdan a las galápagos, como la tortuga gigante de Tenerife (Centrochelys buchardii), el lagarto gigante de tenerife (Gallotia goliath), que alcanzaba el metro y medio de longitud, y la rata gigante de Canarias (Canariomys bravoi), un bicho de un kilo de peso cuya reproducción vemos en la foto de la derecha



Otro día, hablamos de porqué ocurren estas cosas como que muchos animales son únicos en algunas islas, como el lagarto tizón que ya hemos citado y cuya foto se ve en la izquierda. El diseño es de un macho, teniendo las hembras y jóvenes un patrón rayado longitudinal más críptico

Los caracoles, son ya un tema a parte. Porque las especies que tiene depositadas el mueso de ciencias naturales asciende a 200. En fin, muy recomendable visita naturalista en la isla de las pendientes.

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