sábado, 8 de diciembre de 2012

El Grumete en Ruesta. 1


Llevo un tiempo dedicándome a equipar un aula de la naturaleza en un pueblo que se llama Ruesta, en el Pirineo Aragonés. Es un pueblo que como otros muchos fue expropiado para la construcción de un embalse, concretamente, el embalse de Yesa. Está atravesado por el Camino de Santiago, patrimonio de la humanidad. Este pueblo, fue cedido (temporalmente) al sindicato de trabajadores CGT. Las casas se han desplomado fruto del abandono institucional como muchos otros vestigios del patrimonio de este nuestro país, y actualmente sólo queda habitable el albergue de peregrinos con sus instalaciones (64 plazas) y la casa de cultura. En este último local, polivalente como aula de la naturaleza y salón de actos estamos intentando aprovechar material viejo para reconvertirlo en nuevo material con contenido interpretativo. La idea es mostrar la naturaleza a los visitantes tal y como me gustaría que me la mostrasen a mí. La siempre precaria economía del sindicato, cuya actividad dista mucho de ser la de una empresa como son los sindicatos mayoritarios, hace que la principal inversión sea la de la imaginación.
El primer paso ha sido equipar un tramo del camino de Santiago, concretamente desde el pueblo hasta la ermita de Santiago con unos cartelitos pirograbados. Una veintena larga muestran los nombres vulgares castellanos y los científicos de algunos árboles y arbustos que nos encontramos durante este breve recorrido.
Tanto mis hijos Quique y Lucía como Belén y Vicente que es el coordinador,  me ayudaron a colocarlos y a repintarlos, puesto que el sol se "come" el negro de las letras.
El hallazgo de unos “costeros”, (que son los rechazos de las serrerías, fragmentos de madera irregulares y con corteza que se retiran para preparar previamente un tronco a la hora de extraer tablas) abrió la posibilidad de colocar cuatro carteles grandes en este mismo recorrido. En ellos, hablamos de la pirámide trófica del bosque, desde las plantas que producen la materia viva hasta los descomponedores que retornarán los cadáveres al suelo para que se comience un nuevo ciclo. En el cartel dedicado a los herbívoros y carnívoros presentes en el entorno, podemos observar las huellas de estos a tamaño real, algunas de las cuales no es raro encontrar en la época de lluvias junto a los charcos y zonas embarradas.

El bajorrelieve que marca el pirograbado, hace que los niños puedan poner una hoja de cuaderno sobre el dibujo de las huellas y rayando con un lápiz sobre el papel en esa zona, éstas queden dibujadas del mismo modo que ocurre con una moneda colocada bajo un papel. Por ello las huellas están representadas a tamaño natural. La excursión permite la confección de un sencillo cuaderno de campo sobre huellas de animales.
Se pueden complementar adquiriendo cualquiera de los dos cuadernos editados por ahora, el de árboles y arbustos o el de mamíferos y que estarán a la venta en la tiendecita del albergue. Han sido realizados por la sección sindical de CGT en el Ayuntamiento de Zaragoza, y el dinero recaudado servirá para sufragar los gastos de impresión de éstos dos y permitir la edición de un tercero dedicado a las aves.







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