En esta
entrada sobre dientes voy a mostraos como son los dientes de los suidos, que en
Europa son el cerdo doméstico y el jabalí
(Sus scrofa). Los suidos son
animales omnívoros y por ello sus dentaduras son típicas de omnívoros, con molares robustos de cúspides romas y fuertes, adaptados tanto a la trituración
de cereales, como al aplastamiento de materias de origen animal. Una
característica típica de los suidos, es que además de los dientes típicos de
omnívoro, posee unos caninos especializados que presentan gran dimorfismo
sexual, es decir, que son diferentes en ambos sexos, siendo en este caso mayores en los machos, y cuyo crecimiento es continuo.
Hasta ahora los dientes que habíamos visto eran todos de raíz cerrada. Cuando
decimos que un diente es de raíz cerrada, quiere decir que el suministro de
“alimento” que permite el crecimiento del diente a través de su raíz, se ve
interrumpido cuando el diente ha llegado a su máximo desarrollo. Estos dientes
son típicos de omnívoros y de carnívoros en general. En cambio hay un tipo de
dientes que conocemos como de “raíz abierta” cuyo suministro “alimenticio” es
constante a lo largo de la vida del animal y esto provoca que su crecimiento
también lo sea. Esta característica es típica de animales herbívoros, cuya
dieta provoca un enorme desgaste dental que se compensa con el crecimiento
continuo. Dientes típicos de este tipo son los incisivos de los roedores, que
si no se desgastan provocan la muerte del animal que se ve incapacitado para
comer, y los caninos de los suidos. Por lo menos los de los machos, ya que en el caso de las hembras he podido comprobar como sus raíces aparecían cerradas.
El crecimiento continuo de los caninos de
estos animales se compensa con un cierto desgaste de los caninos inferiores
(navajas) por roce con los caninos superiores (amoladeras). Es por ello
característico del grupo la posesión de unos caninos inferiores extremadamente
afilados que pueden inferir graves heridas de corte si se es atacado por uno.
Como curiosidad, aunque no esté presente en la Península Ibérica, podemos echar
un vistazo a un cráneo de Babirusa (Babirussa
babirussa), suido cuyos caninos inferiores no rozan con los superiores, por
lo que no se desgastan. Esta característica provoca su extraño aspecto, más
parecido al de un animal con cuernos. Cuando un jabalí pierde alguno de sus
caninos superiores, el canino inferior crece hasta unas dimensiones muy grandes,
si bien no aparecerá tan afilado.
Como ya es
habitual, a continuación indico la fórmula dentaria típica del jabalí, y
advirtiendo que en algunos casos puede faltar algún premolar que bien se puede
perder o bien puede no aparecer. En el caso de los jabalíes la dentición es
“completa”, es decir tiene todas sus piezas típicas. I 3/3; C 1/1; PM 4/4; M
3/3.
A la vista
de la dentición, hemos podido comprobar que si bien he dicho que los molares
son de cúspides bajas y redondeadas, los premolares en cambio son parecidos a
los de un carnívoro. Como ya hemos visto algunos dientes a lo largo de las
entradas, en la próxima y antes de entrar en materia sobre los diferentes tipos de
dientes de los herbívoros, haré una entrada de recapitulación que nos permitirá conocer las diferentes
denominaciones que los dientes tienen según el tipo de raíz, corona y cúspides
o superficie masticatoria.
A la izquierda, como os decía más arriba os pongo una foto del cráneo de un babirusa. La diferente orientación de los caninos superiores que en el jabalí llamamos amoladeras, impide el desgaste de los caninos inferiores o navajas, adquiriendo ambos proporciones desmesuradas como podemos advertir.