Hoy os muestro aquí una huella de erizo (Erinaceus europaeus). Este simpático
animal tiene en cambio la horrenda costumbre de pisar siempre con el pie sobre
el lugar donde estaba su mano, con lo que las huellas aparecen siempre como una
única huella con muchos dedos. Como tiene cinco dedos en su mano y otros cinco
en el pie, el lío de dedos en la huella es tremendo.
La huella que nos ocupa era de un tamaño considerable, casi
4cm. La huella del pie de un erizo que pesó casi 1500gr. medía 3cm. Las huellas
de las manos suelen ser siempre algo mayores que las de los pies debido a que
en las manos aparece la impresión de las almohadillas carpianas o de la muñeca
y sin embargo en las del pie no aparecen las del talón. En cualquier caso, en
esta huella no aparecen las almohadillas carpianas, lo que dificultaba la
identificación.
Esto me tuvo ocupado y algo confundido ya que el tamaño como
os digo era algo grande, pero la comparación con otras huellas de mi colección
al final me llevaron a la identificación correcta.
Cuando encontramos huellas que se aproximan al límite
superior o inferior de tamaño la identificación se hace complicada. A mí me
ocurrió con una huella de nutria encontrada en Zaragoza el año 1992, cuando se
supone que no debería de estar. Presentaba las dimensiones máximas o
ligeramente mayores de la huella de una mano de garduña, pero el diámetro de las
almohadillas de los dedos era claramente mayor que las que presenta una huella de garduña
de ese tamaño. Debido a la importancia de la presencia de nutria en aquellos
años, y la incredulidad de aquellos a los que comenté el hallazgo, la cautela
me llevó a guardar la huella. Hoy, por comparación con las que tengo de nutria,
ya está clasificada formalmente como de nutria.
Otro caso me ocurrió (y todavía no está definitivamente
asignada), con una huella de gato montés hallada en el Pirineo. Se trata de una
huella de 4.5-5 cm de longitud. Al parecer el tamaño de huella para gato montés
es de 4cm. Las huellas de lince que yo tengo en casa, son de lince boreal (Lynx lynx) y son claramente mayores, de
unos 7cm. Cuando Pedro Sáez, un colega de Sevilla al que no conozco en persona,
me envió unos moldes de huellas de lince ibérico (Lynx pardina) me quedé de piedra. Eran de 5cm de longitud. Si
comparo las huellas, son de un tamaño similar, pero el diámetro de las
almohadillas de los dedos aparece ligeramente menor, al revés que me ocurría
con la huella de nutria.
Hoy, en mi molde de dicha huella, aparece el nombre “gato
montés” seguido de un interrogante. Además tuve la ocasión de ver un gato
montés en esa misma zona, pero la duda razonable siempre estará presente. Y es que es tan
grande…
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