Como digo,
al retirar los maderos, que están empotrados en el muro de adobe y cogidos con
barro, en algunos aparecieron dos pequeños huevecillos prácticamente esféricos. En
los lugares en los que no se rompían aparecían pegados uno con otro en parejas.
Escasamente tienen un centímetro de diámetro mayor, y son de color blanco como podéis apreciar en la fotografía (de móvil).
Estos
huevos, son un indicio inconfundible de la presencia de las salamanquesas (Tarentola mauritanica). En efecto, la puesta de la salamanquesa es de dos huevos que aparecen pegados uno a otro y que son
depositados en grietas y huecos de los muros. En este caso, quizá la escasez de
humedad hizo que estos huevos no llegasen a eclosionar. No es la primera vez
que en las paredes de adobe encuentro las características parejas de huevos, y
en algún caso, hasta he podido sacar la pequeña salamanquesa seca ya del
interior del huevecillo.
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