jueves, 14 de julio de 2016

Construyendo un hogar 2. Los murciélagos.

                
Una de las cosas que no poseo en la casa actual es un refugio para murciélagos. El rescate de dos pequeños murciélagos por Belén en el invierno de 2015, (que José Manuel Sánchez identificó como murciélagos de cabrera), y su vuelo exitoso, me hizo pensar en la necesidad de proporcionar un refugio a estos simpáticos animales. En la parte superior, una foto de los murciélagos cuando colgamos su refugio provisional con el fin fe que lo abandonaran cuando ellos considerasen oportuno




El proceso de suelta de los murciélagos lo relato en la entrada denominada operación murciélago.  En la foto de la derecha podemos comprobar como se colocó la caja, con abertura hacia la pared ya que les gustan las rendijas. La caja estaba abierta de modo que, cuando la temperatura lo permitió abandonaron este refugio.   Ha vuelto al menos en una ocasión uno de ellos a la caja que pusimos para liberarlos, por lo que decidí construir un refugio especial  y me puse manos a la obra.



 El resultado es un gran refugio en el que espero poder albergar unos cuantos. Barnizado sólo por fuera espero que sea de su agrado. La idea es ponerlo colgado en una pared bajo un alero del tejado y sobre un suelo donde poder localizar fácilmente los excrementos. Retirando diariamente los excrementos podré hacer estimaciones del nivel de ocupación (pocos, muchos) tan sólo echando un vistazo. No lo he hecho practicable de modo que no podré identificar la especie ni nada, pero ese no es el objetivo, sino tan sólo poder disfrutar de sus vuelos al atardecer. A la izquierda podéis ver el refugio. El acceso es por la parte inferior. Los murciélagos trepan hacia arriba por las paredes de madera y se acurrucan en su interior donde hay unos tabiques de madera que están separados entre ellos sobre unos 2 cm. Es grande, por lo que espero que pueda albergar unos cuantos. Estoy impaciente por que lo usen...