domingo, 30 de diciembre de 2012

Tras las huellas de la gineta


            Cada vez son más frecuentes las huellas de la gineta en el campo. Similares en aspecto a las de un pequeño gato, cuentan sin embargo si la huella está bien marcada, con cinco impresiones de dedos. Están estas huellas a mitad de camino entre las de un gato, ya que las uñas son retráctiles, y las de un mustélido, ya que marca cinco dedos y talón si tenemos la suerte de ver unas huellas completas de cierta calidad.
            En la foto, observamos una huella de mano incompleta, ya que no ha marcado el talón, y que está sobre otra huella marcada menos profundamente. Las huellas de manos presentan las marcas de los dedos más abiertas que las de los pies, debido a la menor movilidad de los dedos de estos últimos. Estas huellas son curiosas por lo extraño de su disposición. El hecho de que la última huella que esté pisando sobre las más antiguas sea más profunda no es habitual. Lo más normal, es que las huellas más recientes sean menos profundas, ya que el barro se va secando poco a poco, y cada vez es más duro. También es más normal, que si una huella está encima de otra, esta sea una huella de pata trasera que pisa en el mismo lugar en el que estaba la huella de la pata delantera.
            El proceso de estas huellas creo que ha sido el siguiente: primero una pequeña avenida del río ha dejado charcos que han registrado el campeo de una gineta cuando ya se estaba secando el barro o cuando no se había empapado del todo. A este momento pertenecen las huellas menos profundas. Después, una segunda avenida ha vuelto a llenar el charco. La avenida no ha sido fuerte, pues no ha borrado las huellas ni ha depositado más sedimento, y no ha llovido ya que no hay marcas de gotas en el barro sobre las huellas menos profundas. El barro ahora más blando, ha permitido que las huellas posteriores en el tiempo sean más profundas que las anteriores. Al estar el sustrato más blando se han dejado marcas incluso de alguna uña tanto en la huella central como en la situada arriba a la derecha, que pertenece a la otra mano.

viernes, 21 de diciembre de 2012

El grumete en Ruesta. 3

             En esta entrada os muestro el último de los trabajos realizados en Ruesta por este Grumete y su familia. A la izquierda podéis ver el resultado de rellenar un Viejo Rack de elementos informáticos con bichos y palos.
             Contamos con varios animales disecados que nos donó una persona cuando el propietario que era su padre falleció. A los animales disecados, hemos añadido un recortable de lechuza comprado y otros fabricados de forma artesanal con cartulina o papel y pintados con lápices de colores, ya que la pintura aplicada con pincel ablanda el papel y estropea los modelos. Podéis ampliar la foto pinchando sobre ella para apreciar mejor el contenido. Lo que no se arreglará es la calidad de la misma.

            Además de aprovechar este rack como vitrina, pues su puerta es de cristal, he reconvertido otros cinco muebles que antes eran meros soportes para cartelería en vitrinas igualmente.



En uno hemos colocado elementos que hacen referencia  la caza furtiva, colocando un zorro con la pata atrapada en un  cepo, un "trozo" de jabalí atrapado en un tronco y un pajarillo que ha sido atrapado con liga o "vesque". En el fondo aparece también el huevo envenenado.
Estos métodos de caza amenazan la vida en nuestros campos o bosques, y todavía se usan en algunos lugares. Águilas imperiales y linces ibéricos sufren cada año una importante disminución en sus efectivos por estos métodos prohibidos, y la liga se utiliza como "modo de caza tradicional" en algunas comunidades autónomas.

En otro de estos muebles hemos querido recrear la fauna que habita en las zonas húmedas. No teníamos muchos animales para colocar aquí. Un ánade real disecado, una gallineta y una lavandera blanca. Hemos tenido que esperar al donativo de unas mudas de cangrejos de forma desinteresada por los ejemplares que habitaban en el acuario de la piscina municipal donde trabajo. Los peces han sido realizados en poliestireno de alta densidad tallado con un cutter, y sus aletas han sido realizadas en plástico. Una lámina de metacrilato hace las veces de superficie del agua y nos permite ver la parte aérea y subacuática al mismo tiempo.





En otra vitrina, he pretendido recrear los espacios abiertos aprovechando que contábamos con otro zorro, una liebre, una cogujada, una collalba y un cernícalo común. Con unos palos he preparado un decorado que ha sido completado con plantas como avena loca y otras gramíneas colocadas sobre un suelo falso parecido al que construyó Lucía en las vitrinas pequeñas que os mostré en la entrada anterior.











En la siguiente vitrina me ha apetecido colocar un surtido de curiosidades que he denominado "Arquitecturas" y que no es otra cosa que un catálogo de construcciones llevadas a cabo por distintos animales. Avisperos, panales, nidos, agallas...










...Y por último he decidido completar la oferta con una vitrina dedicada a la paleontología. Los "fósiles" expuestos son reproducciones adquiridas en el mercado, y dentro de la oferta de reproducciones he decidido ilustrar las tres grandes eras zoológicas. La era paleozoica o de "animales antiguos o vida antigua", la era mesozoica o de "animales de enmedio o vida de enmedio" y la era cenozoica o "nueva vida o nuevos animales".
No son fósiles representativos de la zona, tan sólo de cada era. Son reproducciones de fósiles emblemáticos cuyos originales se pueden contemplar en grandes museos del mundo. En el fondo de la vitrina aparece un cartel en el que se ilustra el mapa geológico de la provincia de Zaragoza y algunos de los fósiles que se encuentran en cada una de las épocas






sábado, 15 de diciembre de 2012

El Grumete en Ruesta. 2





              Como ya he dicho en la entrada anterior, el objetivo de equipar un aula de la naturaleza en Ruesta se topa con el escollo del problema presupuestario. El aprovechamiento de elementos expositivos existentes y rellenarlos con costo cero como en estos tres casos que os relato a continuación ha sido un primer paso. 
              Contábamos con tres pequeñas vitrinas en cuyo interior había tres rocas, una en cada una de ellas. A pesar de lo interesantes que resultaban con su antiguo contenido, se ha optado por rellenar cada una de ellas con rastros de animales que podemos identificar en nuestros paseos por el campo, elevando el número de elementos mostrados de tres a treinta y tres. 
             

              Los rastros tal se muestran tal y como se encuentran en la naturaleza.  En estas tres vitrinas he contado con la inestimable ayuda de mi hija Lucía que ha construido el suelo simulado con cola de carpintero y tierra recogida en Ruesta. Después hemos procedido a la recogida de material y colocación en el "suelo". Unos números al lado de cada elemento nos permite localizar en una leyenda la identificación del mismo. La leyenda no se aprecia en las fotos, por lo que habrá que pasar por allí para desvelar los secretos...

 Arriba, como encabezamiento de la entrada la vitrina dedicada a los rastros provocados por los mamíferos. Más abajo y a la derecha la que nos muestra rastros producidos por reptiles e invertebrados, y finalmente y a la izquierda la dedicada a las aves. 

sábado, 8 de diciembre de 2012

El Grumete en Ruesta. 1


Llevo un tiempo dedicándome a equipar un aula de la naturaleza en un pueblo que se llama Ruesta, en el Pirineo Aragonés. Es un pueblo que como otros muchos fue expropiado para la construcción de un embalse, concretamente, el embalse de Yesa. Está atravesado por el Camino de Santiago, patrimonio de la humanidad. Este pueblo, fue cedido (temporalmente) al sindicato de trabajadores CGT. Las casas se han desplomado fruto del abandono institucional como muchos otros vestigios del patrimonio de este nuestro país, y actualmente sólo queda habitable el albergue de peregrinos con sus instalaciones (64 plazas) y la casa de cultura. En este último local, polivalente como aula de la naturaleza y salón de actos estamos intentando aprovechar material viejo para reconvertirlo en nuevo material con contenido interpretativo. La idea es mostrar la naturaleza a los visitantes tal y como me gustaría que me la mostrasen a mí. La siempre precaria economía del sindicato, cuya actividad dista mucho de ser la de una empresa como son los sindicatos mayoritarios, hace que la principal inversión sea la de la imaginación.
El primer paso ha sido equipar un tramo del camino de Santiago, concretamente desde el pueblo hasta la ermita de Santiago con unos cartelitos pirograbados. Una veintena larga muestran los nombres vulgares castellanos y los científicos de algunos árboles y arbustos que nos encontramos durante este breve recorrido.
Tanto mis hijos Quique y Lucía como Belén y Vicente que es el coordinador,  me ayudaron a colocarlos y a repintarlos, puesto que el sol se "come" el negro de las letras.
El hallazgo de unos “costeros”, (que son los rechazos de las serrerías, fragmentos de madera irregulares y con corteza que se retiran para preparar previamente un tronco a la hora de extraer tablas) abrió la posibilidad de colocar cuatro carteles grandes en este mismo recorrido. En ellos, hablamos de la pirámide trófica del bosque, desde las plantas que producen la materia viva hasta los descomponedores que retornarán los cadáveres al suelo para que se comience un nuevo ciclo. En el cartel dedicado a los herbívoros y carnívoros presentes en el entorno, podemos observar las huellas de estos a tamaño real, algunas de las cuales no es raro encontrar en la época de lluvias junto a los charcos y zonas embarradas.

El bajorrelieve que marca el pirograbado, hace que los niños puedan poner una hoja de cuaderno sobre el dibujo de las huellas y rayando con un lápiz sobre el papel en esa zona, éstas queden dibujadas del mismo modo que ocurre con una moneda colocada bajo un papel. Por ello las huellas están representadas a tamaño natural. La excursión permite la confección de un sencillo cuaderno de campo sobre huellas de animales.
Se pueden complementar adquiriendo cualquiera de los dos cuadernos editados por ahora, el de árboles y arbustos o el de mamíferos y que estarán a la venta en la tiendecita del albergue. Han sido realizados por la sección sindical de CGT en el Ayuntamiento de Zaragoza, y el dinero recaudado servirá para sufragar los gastos de impresión de éstos dos y permitir la edición de un tercero dedicado a las aves.







lunes, 3 de diciembre de 2012

Los dientes de los mamíferos. Cánidos




           Como continuación a la entrada de los dientes de los mamíferos escribo esta. Como ya dije, los dientes son unas partes del cuerpo que por su capacidad de conservación y sus características morfológicas sirven en muchas ocasiones como material taxonómico, es decir que sirven para poder averiguar la especie a la que pertenecen.     En esta entrada concretamente, los dientes de los animales que componen la familia de los cánidos. En ella se engloban el perro, el lobo y el zorro en la Península Ibérica. En otras latitudes también el coyote, el licaón, el cuón, o el dingo...

        En la fotografía superior, podemos apreciar la dentición completa del zorro. Las letras y números indican la fórmula dentaria típica para los cánidos europeos.  Más abajo, explico lo que es la fórmula dentaria.
       A la derecha, podemos observar diferentes tipos de dientes. En primer lugar un canino, más abajo un premolar y por último un molar.          
            La fórmula dentaria, a la que ya me he referido más arriba es característica de la familia entera, como he dicho.  . Llamamos fórmula dentaria a una serie de letras y números que nos definen la cantidad de dientes y su tipo. El tipo de diente se identifica con una letra o dos, y el número indica cuantos dientes de ese tipo están presentes en la serie dental. Esta fórmula se representa con una línea horizontal sobre la que se pone la serie dental superior y bajo ella la serie dental inferior. Se puede sustituir esta barra horizontal por una inclinada. Sólo se tiene en cuenta un solo lado de la boca tanto en el maxilar (superior) como en la mandíbula (inferior), por lo que el total de dientes ha de ser multiplicado por dos.
           En el caso del perro, el zorro y el lobo la fórmula es: I 3/3; C 1/1; PM 4/4; M 2/3. Las letras significan I, incisivo; C, canino; PM, premolar y M, molar. La fórmula completa expresada anteriormente indica I3, C1, PM4, M2 en el maxilar superior e I3, C1, PM4, M3 en la mandíbula inferior. En la última foto de esta entrada se ilustra la fórmula dentaria del maxilar de un perro.
           En las fotos de la derecha, os muestro los diferentes dientes con sus raíces que pueden ser únicas o simples como en el caso de incisivos, caninos y algún premolar pequeño, o bien complejas, que cuentan con dos o más raíces por diente como en el caso de premolares y molares.
           En ocasiones se dan algunos individuos en cuyas fórmulas dentarias faltan o sobran dientes. En el caso del maxilar perteneciente a un perro de la raza bóxer de la fotografía de abajo a la derecha, podemos comprobar cómo el número de premolares es de cinco en el maxilar superior en vez de los cuatro típicos. Podemos apreciar que lo que ocurre es que el PM1 está duplicado en ambos maxilares, si bien en la parte derecha de la foto (maxilar derecho) vemos que falta uno y que sólo queda el alvéolo o agujero donde se inserta la raíz.             Estos dientes “extras” se denominan supernumerarios. Además, en esta misma foto comprobamos como el hocico, más corto, provoca que los dientes se dispongan orientados no linealmente como en el caso de los demás perros, sino transversalmente como vemos en el caso extremo del tercer premolar (PM3).
          Los individuos más viejos suelen haber perdido algún diente y al cerrarse los alvéolos del hueso y no dar pistas de que  falta alguna pieza, aparecen fórmulas dentarias raras, esta vez con dientes de menos.

        En la foto de abajo a la derecha donde indico cuantos dientes de cada tipo es típico encontrar en el maxilar de un cánido, ilustrando así la fórmula dentaria del maxilar como ya he dicho más arriba, he añadido también el número de raíces que posee cada uno de ellos. Esto provoca que si encontramos un cráneo sin dientes, el número de agujeros o alvéolos sea muy superior al número de dientes.
       También apreciamos que este ejemplar sufrió algún tipo de infección que deterioró parte del hueso del maxilar izquierdo, que es la serie de dientes colocada en la parte inferior de la foto. Esto provoca que el hueso se "retraiga" y que aparezca más poroso. Además las raíces de los premolares quedan al aire, haciendo que la sujección de estas piezas sobre el hueso sea menor.
          Otra característica típica pero esta vez ya de todo el Orden de los carnívoros es la aparición de un grupo de molares conocidos como molares carniceros. Este grupo está compuesto por el PM4 del maxilar (arriba) y el M1 de la mandíbula (abajo). Se aprecia bien el conjunto en la primera foto de la entrada, en la dentición del zorro. Se caracterizan por poseer unas cúspides muy elevadas y cortantes.
          La boca de estos animales dispone de dientes diferentes de modo que cada uno cumple una función específica. Los incisivos, que tienen un cierre perfecto actuando los superiores con los inferiores en forma de pinza, permiten a los animales asearse y desparasitarse, y por otro lado facilitan el desplume y la retirada de pelo de las presas. Los caninos, cónicos y afilados permiten sujetar y desgarrar la presa. Los premolares trocean y sujetan la carne tierna. Los tendones y huesos son fracturados y cortados con el grupo carnicero situado más atrás y finalmente un grupo triturador trasero con cúspides rechonchas y robustas machacan la carne y las materias vegetales que en mayor o menor medida según especies es consumida por estos animales.