martes, 31 de enero de 2012

Amarillo y negro, ¡Peligro!

Es curiososo que el color amarillo y negro en un mismo objeto llame la atención de una forma tan especial a tantos animales diferentes. Las avispas, insectos con una trayectoria de millones de años en La Tierra, advierten lo dolorosa que es su picadura antes de que esta se produzca con un colorido llamativo. Cualquiera que las vea evitará molestar a este insecto. Esto evita la picadura al intruso pero principalmente salva la vida al insecto que tan apenas es molestado. Los que se alimentan de ellos son especialistas, como el tejón (Meles meles), el abejaruco (Merops apiaster) o el halcón abejero (Pernis apivorus).
La salamandra (Salamandra salamandra), un anfibio, también ha optado por un diseño amarillo y negro que avise de lo desagradable que resulta intentar devorarla, ya que posee unas glándulas especiales que hacen que su piel se torne tóxica.
La araña tigre (Argiope bruennichii) también se viste de amarillo y negro a bandas. En este caso no podría asegurar si se trata de una advertencia por ser tóxica o si simplemente, la adquisición de éste colorido hace que las aves sean prudentes y eviten consumirla. La estrategia de estos animales es dejarse ver y hacerse notorios para evitar ser agredidos, estrategia diferente a la que siguen otros animales.
En el caso de la araña Argíope, puede llegar a balancearse en el centro de la tela donde caza de modo que aumente el efecto de su colorido de advertencia. Hacerse notorio aumenta la posibilidad de sobrevivir. Incluso las orugas pueden adoptar este diseño, como hace la oruga de mariposa macaón (Papilio machaon) que advierte de la posesión de un aparato (osmeterio) que produce un olor persistente y desagradable que se puede percibir si se captura, y puede que mal sabor (esto no lo he comprobado y de momento sigo sin estar dispuesto a ello...).
El caso curioso, es que es tan generalizada entre el mundo animal la asociación del amarillo y el negro como señal de advertencia o peligro, que cuando nosotros, los humanos convenimos en usar una señal internacional que nos advirtiese del peligro, decidimos que los colores a utilizar serían el amarillo y el negro. Al fin y al cabo, ¡tan sólo somos animales!.

domingo, 29 de enero de 2012

Reflexiones mirando un hueso...


Estamos tremendamente solos en este mundo. Como las especies que han quedado en lugares relictos y son testigos del antiguo esplendor de su grupo. Nuestro orden ha visto tiempos mejores. En el terciario, muchas especies de primates habitaron Europa. Un cambio climático acabó con ellas. Un cambio climático parece ser en cambio el interruptor que hizo a unos primates cambiar de hábitos en África. Cambiaron los bosques por las zonas abiertas. La evolución y selección natural hicieron el resto. Aquí estamos.
Hace 30.000 años, el paisaje euro-asiático era más variado. Del mismo modo que en nuestro entorno podemos encontrar varias especies de mustélidos , cérvidos o cánidos ocupando cada una un nicho ecológico diferente, varias especies de hombres ocupaban el continente. El hombre de Neandertal, el hombre actual, el Homo erectus y el hombre de Flores al menos. Quién sabe si alguna otra está aún por descubrir o si englobamos varias especies con un mismo nombre. Los límites que separan a las especies próximas entre sí son difusos. Todos ellos coexistieron en el tiempo. Quien sabe si se toparon los unos con los otros y cuales fueron sus sensaciones y reacciones. ¿Curiosidad?... seguramente sí. Como el resto de los primates los homínidos serían curiosos... como nosotros mismos. Todos poseían una mente compleja. Hace unos 25.000 años nos abandonó el hombre de neandertal dejándonos solos. El hombre de flores posiblemente se extinguió hace unos 18.000 años en la soledad de una isla. En silencio. Desde entonces es imposible cruzarse con otro miembro de nuestra familia, los homínidos.
¿Que somos?. Si observamos a las tribus no contactadas que viven en entornos naturales en un aparente equilibrio con el medio hace miles de años podemos pensar que somos un homínido con éxito, capaz de sobrevivir en cualquier medio gracias a nuestra adaptabilidad, algo que quizá no poseyeron nuestros hermanos los hombres de neandertal, barridos quizá por un cambio climático. Los Inuit, los hotentotes o los aborígenes australianos; adaptados al medio, aprovechan los recursos al máximo, sin agotarlos, garantizando que el lugar donde habitan sea cuando mueren, como lo encontraron al nacer.
Si observamos en cambio al "hombre civilizado" nos damos cuenta que estamos frente a "otro modo de ser hombre". Las civilizaciones históricamente sufren colapsos por insostenibles. Pascua, Pueblo Bonito, mayas, aztecas, egipcios, o los mismos romanos tuvieron que abandonar sus modos de vida. Cada uno de los colapsos fueron mayores cuanto más "avanzada" era la civilización. Nosotros somos el fruto de la recuperación del antiguo estilo de vida romano. No tenemos circos, pero tenemos estadios de fútbol, termas, que ahora se llaman "spa", teatros, cines, y una red viaria avanzada. Los romanos, colapsaron hace bastante más de mil años. La edad media volvió a llevar a los hombres a estados de desarrollo anteriores a la civilización romana, y no hace tantos años que logramos volver a tener red de alcantarillado como los romanos.
La nueva civilización agota los recursos a una velocidad muy superior a lo que habíamos conocido y somos capaces de cambiar las condiciones ambientales de lugares en los que no hemos estado ni estaremos jamás. El colapso de nuestra civilización será un evento sin precedentes. El fin de nuestro modo de vivir ya se atisba. Visto que el "desarrollo sostenible" no es posible pues hemos dejado ya de ser sostenibles hace tiempo, por lo que no cabe hablar de desarrollo, no es fácil adivinar cual será el resultado.
El modo de vida de hace 100 años ya no era sostenible en algunos lugares. Los bosques estaban bajo mínimos, y sólo el petróleo y el carbón aliviaron la presión sobre ellos. Lejos de ser positivo, se dio un crecimiento desaforado y un despilfarro tal que ahora echamos mano del sol y el viento, pero todo tiene un límite. Incluso la superficie en la que colocar aerogeneradores o centrales solares. Las materias primas se agotan. No sé como será el futuro. El momento en el que dejamos de ser como todos los homínidos, cuando dejamos de ser como los pueblos cazadores-recolectores iniciamos un camino que no sabemos hacia donde va.
El hombre de neandertal vivió durante unos 205.000 años al menos en el planeta. El homo sapiens, nosotros, 195.000 según las últimas dataciones. Pero de estos 195.000 años, sólo los últimos 8000 han sido transformadores del medio, anteriormente, se vivía tan sólo de la recolección.
Los últimos 150 años han sido capaces de transformar el medio mucho más que en los 194.850 años de existencia previa, y de ellos, los últimos 50 han sido suficientes para amenazar la existencia del propio planeta.
A esta velocidad no veo al homo sapiens capaz de sobrevivir 10.000 años más, que es lo que igualaría el tiempo de presencia del Homo sapiens en La Tierra con el tiempo que perduró el hombre de Neandertal.
Cuando miro el cráneo de arcilla que modelé para las exposiciones me pregunto: ¿Cual sería el pensamiento que pasara por la cabeza del último hombre de neandertal?. ¿Sería consciente del declive de su estirpe?. ¿Cuanto tiempo llevaría caminando por su entorno sin ver a nadie como él?. ¿Se unió a los Homo sapiens en una desesperada huída de su soledad o murió sólo, en silencio en una cueva contemplando la inmensidad del mar en Gibraltar?

viernes, 27 de enero de 2012

Huellas extrañas en el polvo.


A veces, podemos encontrarnos con huellas extrañas en superficies que también son extrañas. Del mismo modo que el agua convierte la tierra en barro transformando el suelo en una película que fácilmente es marcada por la presión de cualquier cosa que caiga sobre ella, ya sea una hoja, un palito, las pisadas de un animal o las gotas de lluvia; el polvo fino que cubre cualquier objeto en un granero se convierte en un substrato susceptible de darnos las pistas de la actividad de algún animalillo.
En este caso, os hablo de la huella producida por una salamanquesa común (Tarentola mauritanica) que se ha pegado una torta por un exceso de confianza. Las salamanquesas, son esos reptiles a los que muchas personas llaman "salamandras" y que podemos observar en las paredes de nuestras calles casi siempre en las cercanías de puntos de luz al atardecer o al anochecer. Una característica importante que poseen es una gran aptitud para trepar. Con las palmas y plantas de sus manos y pies recubiertas de escamas que poseen microscópicos ganchitos pueden desplazarse sin problemas incluso por los techos. En el caso que nos ocupa, un panel de plástico estaba cubierto de polvo en un rincón olvidado del granero apoyado sobre la pared. La salamanquesa, quien sabe si intentando capturar un pequeño insecto, saltó sobre el mismo desde la zona de la izquierda aterrizando en dicho panel y dejando marca de la cola y las patas. Ella confiaría que los mecanismos que habitualmente le facilitan su desplazamiento iban a funcionar, pero al estar la superficie cubierta de polvo, cuando dio un paso más hacia adelante, los ganchitos no se adhirieron suficientemente a la superficie provocando la caída y dejando unas marcas alargadas en sentido vertical cada uno de sus dedos. Si el suelo hubiese estado cubierto de polvo fino podría haber obtenido una fotografía del lugar del aterrizaje pero lamentablemente no fue así. En la foto indico el origen de algunas de las marcas que he relatado anteriormente.

lunes, 23 de enero de 2012

Leyendas de nuestra fauna

En este caso, voy a relatar una creencia común a muchos lugares de nuestra geografía. Es la de la existencia de víboras con patas pequeñas, no funcionales. Se asegura que habita en lugares como el Pirineo o el Moncayo, y que pica a las ovejas que mueren sin remisión. Está claro que la creencia es generalizada.
En primer lugar, he de comentar que las víboras no poseen patas, ni grandes ni pequeñas.
Se conoce la existencia de “víboras de verdad” en estos dos lugares. Víbora hocicuda (Vipera latastei) en el Moncayo y Pirineo y áspid (Vipera aspis) sólo en el Pirineo. Las víboras y las demás serpientes, proceden de la evolución de reptiles que poseían patas, y gradualmente estos apéndices se sacrificaron para adquirir costumbres subterráneas o parcialmente subterráneas. En la actualidad, la posesión de patas dificultaría el desplazamiento bajo piedras, hojarasca o en los herbazales, lugares donde habitan las serpientes, por lo que la característica de no poseer patas es muy ventajosa para ellas. Las serpientes no poseen tampoco oído externo, por lo que no podremos advertir ninguna abertura al exterior como sí podemos observar en otros reptiles.
La procedencia de las serpientes de la evolución de un reptil con patas puede comprobarse por la existencia de algunos vestigios de patas en algunas familias de serpientes como las Boidae, en las que se aprecian un par de espinas que son los rudimentos de las patas traseras
Dicho esto, sólo me queda decir que si las víboras no poseen patas, ¿de qué animal estamos hablando?
Lo que en estos lugares denominan víboras no son otra cosa que lagartijas. Concretamente las que conocemos con el nombre de eslizones. En estos lugares el eslizón tridáctilo (Chalcides striatus) es conocido con el nombre de víbora. Una atenta observación nos muestra el agujero del conducto auditivo, claro indicativo de que no se trata de una serpiente. Ni que decir tiene, que como lagartijas que son no poseen ningún tipo de veneno, por lo que es imposible que “piquen” a nadie, ni animales ni personas.

Todavía podemos ir más lejos porque en estos lugares existe otra especie de lagartija que no posee ninguna pata. En estos casos también hay alguien que las denomina víboras y otros la llaman “culebrilla de cristal” Estoy hablando del lución (Anguis fragilis). Se le denomina culebrilla de cristal debido a que es capaz de amputarse la cola como el resto de lagartijas cuando se ve en peligro. Al no poseer extremidades, la sensación que se tiene es la de haber visto una culebra que se parte en dos. extremidades, la sensación que se tiene es la de haber visto una culebra que se parte en dos.

miércoles, 18 de enero de 2012

El Garadiábolo.














La criptozoología es una pseudociencia que se dedica al "estudio" de unos supuestos animales que al parecer quedan fuera del estudio científico. Dentro de las especies consideradas como criptozoológicas se encuentran el Yeti, Sasquatch o Bigfoot entre los "abominables hombres de las nieves"; Mokele Mbembe y Nessie entre los reptiles acuáticos del mesozoico; El Chupacabras entre los carnívoros extraños; e incluso sirenas y demonios de mar.
Los zoólogos y naturalistas, dan generalmente una rápida explicación a algunos de estos seres. Desde el fraude para los reptiles del secundario, hasta el timo de las sirenas o el "pez demonio" que os muestro en la foto de arriba. Este en concreto es un pez banjo o pez guitarra, que no es otra cosa que una especie de tiburón o raya al que se le hacen unos cortes en la aletas y en la cola de modo que parece tener brazos y piernas. Los que lo muestran aseguran que los científicos no le dan explicación pese a que no han acudido a ninguno, ya que enseguida se descubriría el fraude. Esta foto corresponde a una de las mesas de mi exposición "Los naturalistas", justo en la que explico como la observación de la naturaleza por parte de los naturalistas ha sido la que ha ido erradicando la creencia popular de la existencia de seres fantásticos. En los carteles adjuntos en mi exposición explico la forma de fabricarse un animal criptozoológico mediante bricolaje pescatero en nuestra casa si podemos agenciarnos un pez guitarra. Puede servir una raya de la pescadería si la encontramos, aunque no será tan "auténtico". El ejemplar mostrado me fue cedido por un antiguo compañero de trabajo (Antonio... no recuerdo el apellido. Subsanaré este error a la mayor brevedad) que lo encontró al reformar un bar en el barrio de las Delicias.
A este "ser" se le denominó Garadiábolo. En el Colegio Católico de San Gabriel en Zuera poseen uno que exiben en una vitrina y que está junto a un recorte periodístico de Méjico (creo recordar) en el que se asegura la autenticidad del bichejo y lo excepcional de que allí se posea uno.

lunes, 16 de enero de 2012

Los fósiles vivientes y la evolución.

Durante mucho tiempo se creía que cuando una especie evolucionaba a partir de otra, esta última se extinguía por competencia con la nueva especie. Era el caso del celacanto, cuyas aletas pedunculadas se consideraban precursoras de las extremidades de los anfibios. El celacanto se creyó extinguido en el camino evolutivo hacia los anfibios. El 22 de diciembre de 1938, Marjorie Courtenay-Latimer, conservadora del museo de East-London en Sudáfrica halló un ejemplar entre los peces extraídos por las redes de los pescadores locales. (Rafael Zardoya, marzo 2000).
Otros casos son por ejemplo el del cangrejo cacerola o cangrejo de herradura, cuya forma aparece invariable desde hace millones de años, o el caso del nautilus, molusco cefalópodo con concha y cuyos especímenes actuales poco difieren de los que encontramos fosilizados hace millones de años. También hay "fósiles vivientes" entre las plantas como es el caso del Ginkgo. Fósiles vivientes es una denominación coloquial que se da a éstas especies, ya que un fósil no está vivo por propia definición.
Que una especie deje de encontrarse en el registro fósil no implica su extinción, y además la extinción mediante la selección natural puede no afectar al total de la población de una especie determinada. Que estas especies dejaran de reflejarse en el registro fósil no indica su extinción, pero sí que pone de manifiesto la disminución de la población de las mismas. Las condiciones de vida que permitían la abundancia de estas especies en el mar hace millones de años cambiaron, pero no desaparecieron por completo, lo que permitió que subsistieran en algunos lugares recónditos.
Donde las condiciones de vida lo permitieron, ser nautilus, celacanto o cangrejo de herradura siguió siendo la mejor manera de subsistir, y así han llegado a nuestros días. Ser celacanto, o cualquier otro ser vivo de "diseño antiguo" no es "estar poco evolucionado", del mismo modo que un chimpancé no está "menos evolucionado" que un ser humano. Cada uno de los seres vivos del planeta está mejor adaptado para el nicho ecológico que ocupa que los otros que lo rodean, es decir, cada ser vivo está mejor adaptado o "más evolucionado" para ocupar su lugar dentro del puzzle de la naturaleza que cualquier otro y esto es así si las condiciones son estables. Cuando las condiciones cambian, los seres vivos han de adaptarse, y entonces sobreviven los mejor adaptados, y si esto implica que algún detalle o una mutación pueda ofrecer alguna ventaja los portadores de la ventaja son beneficiados en la competición. La mejor manera de vivir como un chimpancé es ser chimpancé, la mejor manera de vivir como un ser humano es ser un humano y la mejor manera de vivir como un celacanto es ser un celacanto... mientras no cambien las condiciones.




Celacanto. Museo de la evolución , Jardin des plantes, Paris.










Nautilus, Grand Aquarium Saint-Malô. Francia















Cangrejos de herradura, Grand Aquarium Saint-Malô

sábado, 14 de enero de 2012

Huellas de nutria en el Gállego







Siguiendo con la publicación de entradas de huellas que quizá os resultan interesantes, me voy a decantar por publicar la de nutria por que tiene algunos aspectos conflictivos que voy a relatar. Yo aprendí a rastrear animales con una guía de OMEGA que es traducción de una obra publicada en Europa. Sus autores son P.Bang y P. Dählstrom. Con esta guía de campo (muy buena), estuve trabajando muchísimos años hasta que se me quedó pequeña y comencé a elaborar la mía. Siempre tuve una duda con respecto a esta guía. El dibujo que ilustra la mano y el pie de la nutria siempre pensé que tenía el pie de foto cambiado por error, por lo que he sido durante mucho tiempo, (y creo que todavía) el único naturalista que afirma que las huellas de nutria son como os voy a relatar. Yo no he ido al monte tanto como podáis pensar. Tengo trabajo e hijos que atender, por lo que mucho de mi trabajo nauralístico es de ratón de biblioteca. Comparando huesos y huellas de otros representantes de la familia de las nutrias llegué a la conclusión de que esto tenía por fuerza que ser como yo pensaba y no como estaba en las guías de campo, y que probablemente las guías repetían el error de aquella primera que es una clara referencia para todos. Es por eso que en ninguna guía que yo he consultado las cosas son como os relato a continuación. El secreto se desvelará al final...
Como os decía, aquí a la derecha podéis observar una fotografía en la que hay una huella de la mano de una nutria. En ella podemos apreciar la marca de los diferentes elementos de la palma de la mano de una nutria. En primer lugar vemos la huella que han dejado los cinco dedos de su mano. La posesión de cinco dedos en las manos es una característica común a todos los representantes de la familia de los mustélidos a la que pertenecen la nutria, el tejón o la comadreja. Inmediatamente después vemos una marca central grande que corresponde a la impresión de las almohadillas de la palma de la mano, e inmediatamente por detrás con forma circular y más pequeña está la marca de la almohadilla del talón. Esta es una huella buena, es decir que marca todas y cada una de sus partes características pero podríamos encontrar otra en la que las cosas no fueran así del todo como ocurre en esta otra fotografía de la izquierda.Por sus características generales podríamos confundirla con una huella de la mano de un lince; de la mano derecha concretamente si nos fijamos en ese dedo que parece estar algo más adelantado que los otros. La marca de las puntas de esas uñas pequeñas nos dan la clave necesaria para que sepamos a ciencia cierta que estamos ante la huella de una nutria pese a que sólo ha marcado cuatro de sus cinco dedos. Un lince no deja marcas de sus uñas en su marcha normal y de haberlo hecho, estas serían mayores.
En la siguiente fotografía podemos apreciar la marcha normal de la nutria, que debido a las particularidades de sus extremidades deja las cuatro huellas en el trote. Cada una de las impresiones corresponde a las extremidades que se reflejan en el texto.
La nutria se desplazaría desde la derecha hacia la izquierda en esa foto.
La secuencia de como se apoyan las manos en el suelo vendría a ser la siguiente:
Primero se apoyaría la mano derecha, con la que se toma impulso. Posteriormente la mano izquierda toca el suelo a la vez que se levanta la derecha. La mano izquierda proporciona tambien impulso y cuando esta se levanta, la pata trasera derecha toca el suelo por delante de la huella de la mano derecha. Cuando la pata trasera izquierda va a tocar el suelo, la trasera derecha se levanta de nuevo. En este tipo de marcha, todas las extremidades trabajan para impulsar el cuerpo, no como en el caso del salto del conejo, en el que el impulso sólo parte de las patas traseras.
Y ahora en exclusiva, la prueba fehaciente de que es la mano de la nutria la que deja la impresión del talón en la huella y no el pie. Esta foto pertenece a la palma de la mano de una nutria que murió atropellada en las proximidades del puente de Ainsa sobre la carretera que conduce a Campo. En el mes de julio, es casi una proeza acercarse tanto a un cadáver que lleva ya un ratito al sol, pero por la ciencia a veces se hacen ciertos sacrificios. Aquí tenéis la foto de la mano. Es una mano derecha, pero está vista con simetría horizontal para que coincida con la forma de la huella ilustrada arriba. Es decir esto que véis realmente correspondería a una mano derecha vista en un espejo. La foto corresponde a una mano izquierda, como muy bien ha advertido Álvaro (ver los comentarios). Disculpad por el lío de espejos y simetrías. Los pies estaban como para que no los enseñe en la foto, pero no obstante, los pies de los animales no tienen almohadilla en el talón salvo en los plantígrados como nosotros o el oso.

viernes, 13 de enero de 2012

Huellas de conejo en suelos de diferente consistencia


En esta entrada voy ha mostraos diferentes huellas de conejo. Dependiendo del sustrato, las huellas van a estar más o menos impresas, de modo que el aspecto general de las mismas también va a ser distinto.
En las huellas de la izquierda, podemos apreciar una impresión de las cuatro extremidades. En la marca producida por las patas delanteras, no se aprecian bien las dos impresiones puesto que las huellas de ambas coinciden. El conjunto es lo que llamaríamos la huella de un salto de conejo. Para entenderla mejor, os voy a relatar como se ha "cometido el crimen" paso a paso. Partimos de la posición del conejo en el aire, que viene de dar el salto anterior. Se está desplazando saltando y en dirección hacia arriba en la fotografía. Primero, apoyaría la pata delantera izquierda por un instante. Acto seguido, levantaría la pata delantera izquierda y apoyaría la pata delantera derecha, justo encima de la huella anterior pero un poco desplazada hacia la derecha y hacia adelante, ya que el cuerpo avanza ligeramente con la inercia. Tras el instante en el que ha apoyado la pata delantera derecha, esta es levantada, y las patas traseras, (con todo el cuerpo en el aire) se están desplazando hacia adelante sobrepasando incluso la posición de los brazos delanteros. Es por este motivo que cuando apoyan en el suelo, por acción del movimiento y por la posición adelantada de las patas traseras las huellas de ambas aparecen adelantadas y más hacia afuera con respecto del eje del cuerpo que las delanteras. Las patas traseras tocan de forma simultánea en el suelo y proporcionan la energía necesaria para el nuevo impulso. Una vez el conejo está en el aire, cuando caiga de nuevo al suelo volverá a apoyar primero la pata delantera izquierda en el siguiente grupo de huellas. Cuando aumente la velocidad, la distancia entre las distintas huellas de un salto aumenta y se empiezan a apreciar las dos huellas de las manos delanteras una un poco más adelantada que la otra y muy próximas al eje central del cuerpo.
Estas huellas están producidas en un sustrato blando de óptima calidad. Transcurridos unos días, el barro se endurecerá y las huellas pasarán a mostrar un aspecto muy diferente. Las almohadillas o plantas de los pies y manos no dejarán marcas y tan sólo aparecerán indicios de las uñas de las patas traseras al tomar impulso al iniciar cada nuevo salto. En las huellas de la derecha, podemos observar el hecho relatado. En este caso, el conejo se desplazaba desde arriba a abajo en la fotografía. No hay rastro de las patas delanteras.
Cuando un sustrato es excesivamente blando, los detalles de la huella no se aprecian. Sólo el patrón general de la huella se puede apreciar en los grupos de huellas. Como contrapartida, los rastros se pueden seguir durante cientos de metros y podemos conocer las distintas actividades del animal en cuestión durante mucho tiempo.
Ala izquierda vemos un rastro de huellas de salto de un conejo sobre la nieve. Se desplazaba de abajo hacia arriba y ligeramente hacia la derecha en esta fotografía. Se aprecia una huella única alargada para la patas delanteras e inmediatamente después a ambos lados y más adelantadas las huellas de las patas traseras. El aspecto de las marcas se va estrechando hacia adelante debido a que las puntas de las patas traseras rozan el borde de la huella al salir del hueco formado. Con nieve poco profunda, las huellas se parecen más a las del barro vistas más arriba.


En esta otra fotografía podemos apreciar el resultado del tránsito de un conejo sobre una duna. Podemos ver un rastro de huellas reciente en la parte media de la fotografía y otro del día anterior algo más difuminado más abajo. La humedad de la noche hace que el suelo esté más compacto al principio de la mañana. Tras el sol de la mañana y la tarde, la arena se desmoronará al secarse y el aspecto del rastro reciente se asemejará bastante al del día anterior.En ambos casos, el conejo se dirigía de la parte derecha de la fotografía hacia la izquierda. Si el viento no borra estos rastros, al día siguiente podríamos apreciar los rastros de tres días diferentes y consecutivos. Las huellas de las dunas son del Delta del Ebro y el resto son de Peñaflor y San Mateo de Gállego.

jueves, 12 de enero de 2012

La historia de la tierra, números imposibles.


Viendo una noticia sobre economía europea, me he dispuesto a sacar unas cuentas para entender mejor los números que nos lanzan. La noticia es que el Banco Central Europeo ha prestado 489.000 millones de € a la banca europea al 1%, y que los bancos esperan usar para rentabilizar (pero no prestando ni a los estados ni a las familias). ¿Pero cuanto dinero supone esto?. Dinero de verdad, digo.
Cojo un billete de 50€ y con el pie de rey mido el espesor del papel. Su grosor es de 0,15mm. Me pregunto como de gordo será el fajo de billetes que el BCE ha prestado a los bancos. Hago la cuenta.
0,15mm son 50€; pues 5000€ son un fajo de billetes de 1,5 centímetros de grosor. Así pues 489.000.000.000€ serán un fajo de billetes de 50€ de 1.467.000.000 mm. de gordo.(1.467 km.). Vamos, la distancia de Barcelona a Bruselas por carretera... Esto por sí sólo demuestra que la economía es una mentira. Cuando hablan de un billón, hablan de un fajo de 3000km de grueso.

Pero una vez metido en harina, quiero sacar la "dimensiones" del tiempo en nuestro planeta.
Todos los trabajadores tenemos un calendario anual impreso en una hoja A4. En toda nuestra vida laboral, si ponemos un calendario sobre otro, tendremos una columna de folios de 7,5mm de espesor. Si coleccionásemos los calendarios anuales de toda nuestra vida tendríamos un bloque de folios de 12mm de alto... tan sólo. Ahí está nuestra vida . La naturaleza lleva trabajando muchos años. Tiene acumulados muchos calendarios anuales. Tantos como una torre de folios de 690km de altura. De Zaragoza a Barcelona ida y vuelta y algo más.
Es imposible buscar nada en semejante montón por lo que si quisiéramos intercalar un post-it en cada acontecimiento destacable la torreta de folios obtendríamos esto: Una torre de folios de 690km de alta. En la parte superior nuestro calendario de 2012. Nos imaginamos que estamos situados ahí arriba, sentados sobre nuestro folio. Estamos a 290km por encima de la estación espacial internacional, que orbita sobre la tierra a 400km de altura sobre el suelo.

  • a 120 km del suelo, pondríamos el primer post-it que marcaría la aparición de la vida.
  • a 612km del suelo estaría el post-it que marcaría la aparición de los peces.
  • a 630km del suelo estaría el post-it que marcaría la aparición de las plantas.
  • a 680km del suelo estaría el post-it que marcaría la desaparición de los dinosaurios.
  • a 689,25 km del suelo estaría el post-it que marcaría el inicio de la prehistoria. No podríamos verlo desde nuestra posición a algo menos de un kilómetro por encima del mismo.
Sólo la prehistoria tendría 750 metros de altura, y 15metros por debajo de nosotros veríamos asomar el post-it que indica el descubrimiento del fuego. A 3,75 metros aparecería el que marca que se están pintando las cuevas de Altamira. Podríamos leer perfectamente a unos 75 centímetros por debajo de nosotros el post-it que marca el descubrimiento de la escritura.
En nuestro último paquete de folios, el mismo que contiene nuestra vida entera y a mitad del mismo asomaría el post-it que indica la revolución francesa.
En la foto, imagen de una de mis exposiciones en Zuera, con algun ade mis recosntrucciones a escala real en primer plano.

miércoles, 11 de enero de 2012

Convergencia evolutiva


Una de las cosas que más me sorprenden todavía cuando observo a los animales y plantas en mis salidas al campo, es lo constante que es la naturaleza en su diseño. Una vez ha "encontrado" un diseño bueno para una herramienta, la selección natural favorece que ligeramente modificado y adaptado a su portador aparezca en animales que poco tienen que ver entre ellos pero que tienen costumbres similares.
El caso que os muestro es el del grillotopo o alacrán cebollero, cuyas extremidades delanteras están adaptadas a la excavación de galerías subterráneas por las que se desplaza en busca de los vegetales y raíces de las que se alimenta. Es básicamente un grillo, pero sus costumbres han favorecido el crecimiento de las espinas de sus tibias delanteras de modo que se han convertido en palas sorprendentemente parecidas a las manos modificadas del topo común en la imagen siguiente, que están igualmente adaptadas a la excavación incesante de galerías. Ambas especies han adquirido un cuerpo cilíndrico y han perdido las partes que molestarían en su desplazamiento subterráneo como son las orejas en el topo y las alas en el alacrán cebollero.

Obteniendo moldes de huellas

Una de las actividades que más me ha gustado de las que he desarrollado en el campo es la de la obtención de moldes de huellas en escayola. El proceso es muy sencillo, pero no obstante, paso a relatarlo y documentar cada paso con fotos. En primer lugar, tras encontrar la huella que más nos interese, la limpiamos de impurezas sueltas y formamos una especie de corralito o encofrado con tiras de cartón o plástico como en la fotografía. Llevando unas tiras largas se pueden adaptar a cualquier medida si se disponen como en la fotografía.
En segundo lugar, verteremos polvo de escayola en un bote de plástico al que posteriormente añadiremos agua. Agitando la mezcla hasta conseguir un líquido algo denso que pueda entrar por las grietas de la huella, lo verteremos a una altura moderada con el fin de evitar las burbujas de aire. Si con la cantidad preparada con un bote no hay suficiente escayola podemos volver a repetir la operación hasta que el molde quede completamente lleno.
Si el molde a realizar fuese muy grande, podemos sumergir ahora un trozo de malla de plástico de modo que arme un poco la masa y sea más difícil su rotura. A falta de malla se pueden sumergir unos palitos pero esto es algo menos recomendable aunque funciona igualmente.
Acto seguido, podemos dedicarnos a recoger el material pues ya no necesitaremos más el agua, la escayola y el bote.
Dejaremos secar la escayola hasta que esté consistente. Son sólo unos minutos, menos cuanto más espeso haya sido hecho el líquido. Esto se sabe tocando con el dedo en la parte superior y comprobando que está dura y no mancha. Es normal que parezca húmeda, pero no debe de quedar pegada la escayola blanda al dedo. Si es así necesita más tiempo de fraguado .
Una vez está seca o fraguada la escayola como hemos dicho, tiramos de los cartones hacia afuera deslizándolos, no levantándolos. Es importante este punto para evitar la rotura de las partes superiores del molde, que todavía no tendrán la consistencia adecuada.
Para separar el molde del suelo, introduciremos un cuchillo por debajo de la huella cortando el suelo por debajo. Haciendo un poco de palanca, saldrá el molde con un pegote de barro pegado al mismo. Podemos retirar los trozos más gruesos con la mano, pero la limpieza final se hace en casa bajo el grifo, cuando la escayola está consistente y seca pero el barro no se ha secado del todo. Para transportar esta huella podemos envolverla en papel de periódico evitando así que se deteriore y después colocarla en la mochila para su transporte. En casa, queda el limpiado como he dicho antes, el etiquetado, el secado final y el teñido o pintado si así lo consideramos oportuno.

martes, 10 de enero de 2012

Bibliografía

 EVOLUCIÓN.
  •  La fecundación de las orquídeas. Ch. Darwin. Ed. Laetoli.
  •  La especie elegida. J.L. Arsuaga. Ed. Temas de hoy.
  •  El origen del hombre. Ch. Darwin. Ed. Petronio.
  •  El origen de las especies. Ch. Darwin. Ed.
  •  Origen y evolución del hombre. E. Molina. Ed.
  •  El collar del neandertal. J.L. Arsuaga. Ed. Temas de hoy
  •  Filosofía zoológica. Jean-Baptiste de Lamarck. Ed. Alta Fulla.
  •  El hombre fósil. J. Alcázar. Natalio Bayo. Ed. Penthalon.
· GUÍAS DE CAMPO DE ANIMALES
  •  Guía de campo de los insectos de España y Europa. M Chinery. Ed. Omega.o Guía de los insectos de España y Europa. M Chinery. Ed. Omega
  • Aves de España y Europa. Ch. Perrins, D. Attemborough. Ed. Omega
  • Cuadernos de campo. F.Rodríguez de La Fuente. Ed. Artel.
  •  Guía de campo de los peces de agua dulce de España y Europa. J. Ben Muus, P. Dahlström. Ed. Omega.
  •  Insectos y arácnidos H. Reichholf-Riehn. Ed. Blume
  •  Anfibios y reptiles. Václav Lanka, Zbysec Vit. Ed. Susaeta.
  •  Guía de campo de los anfibios y reptiles de España y Europa. E. N. Arnold, J. A. Burton, D. W. Ovenden.
  •  Aves ibéricas I y II. M. Díaz, B. Asensio, J. L. Tellería. Ed. J. M. Reyero.
  •  Moluscos. R. Flechter, G. Falkner. Ed. Blume.
  •  Arácnidos, crustáceos y miriápodos. H. Bellmann, G. Maier. Ed. Blume.
  •  Los anfibios y reptiles. V. Pérez Mellado, A. Sanagustín. Ed. Penthalon.
  •  Guía de las aves de España, península, Baleares y Canarias. E. de Juana, J. M. Varela. Ed. Lynx.
  •  Manual de los mamíferos de España y Europa. G. Colbert, D. Ovenden. Ed. Omega.
  •  Los anfibios y reptiles de Aragón. J. M. Falcón. Ed. Librería general.
  •  Fauna ibérica 10. Reptiles. Varios autores, Ed. CSIC.
  • Guías de la naturaleza. Mariposas. G.E.Hyde. Ed Juventud.

 GUÍAS DE CAMPO DE PLANTAS.
  •  Claves para la determinación de plantas vasculares. G. Bonnier, G. de Layens. Ed. Omega.
  •  Claves de flora ibérica vol I. Inés Álvarez Fernández. Ed. CSIC.
  •  Flora del Pirineo aragonés. I y II. L Villar, J.A. Sesé, J. V. Fernández. Ed. CPN, Instituto de Estudios Altoaragoneses.
  •   Plantas medicinales El Dioscórides renovado Pío Font Quer. Ed. Labor.
  •   Orquídeas de Navarra. Marianne Van der Sluys, J. Cañaler Artabe. Ed. Diputación Foral de Navarra, Instituto Príncipe de Viana.
  •   Plantas silvestres. Chinery. Ed. Omega.
  • Árboles y arbustos. A. L. Ceballos, J. Ruiz de la Torre
  • . Ed. E.T.S.I.M. 
 OTRAS GUÍAS DE CAMPO.
  •  Huellas y rastros de los animales del Pirineo. C. Lastanao. Ed. Barrabés.
  •  Huellas y señales de los animales de España y Europa. P. Bang, P. Dahlström. Ed. Omega.
  •  Guía de los nidos huevos y polluelos de España y Europa. Collin Harrison .Ed. Omega.
  •  Huellas y señales de las aves de España y Europa. . Ed. Omega.
  •  Manual del coleccionista de fósiles. Andreas E. Richter. Ed Omega.
  •  Guía de campo de los fósiles de España y Europa. Gómez-Alba Ruiz, J.A. Senador. Ed. Omega.
  •  Guía de huellas y rastros de los mamíferos ibéricos. Benjamín Sanz.
  •  Fauna y flora del mar Mediterráneo. Rupert Ridell. Ed. Omega.
  •  Guía de los fósiles. H. Chaumean, D. Magnan. Ed. Omega.
  •  Toutes les pêches á pied. A. Péjouan. Ed. Jean-Paul Gisserot.
  •  La pêche á pied avec ses enfants. P. Urvois. Ed. Ouest-France.
  •  Fauna y flora de las costas. Fechter, Graw, Reichholf-Riehn. Ed. Blume.
  •  Fósiles. K. Beurlen, G. Lichter. Ed. Blume.
  •  Guía de identificación de huellas y señales de las aves de España y Europa. Roy Brown, J. Ferguson, M. Lawrence, D. Lees. Ed. Omega.
OBRAS DE CARÁCTER GENERAL.
  •  Fauna. F.Rodríguez de La Fuente. Ed. Salvat.
  •  Zoología general. Storer, Stebbins, Usinger, Nibakken. Ed. Omega.
  •  El apoyo mutuo. Piotr. Kropotkin. Archivo pdf.
  •  La fecundación de las orquídeas. Ch. Darwin. Ed Laetoli.
  •  De Kristianía a Tuggurt. Odón de Buen. Inst. Fernando El Católico
  •  Guía del naturalista aficionado. Gerald Durrel. Ed. Hermann Blume.
  •  Conocer la naturaleza. F. Rodríguez, J. R. Ballester. Ed. Penthalon.
  •  Tectónica de placas. J. F. Mora. Ed. Santillana.
  •  Los Pirineos. Varios autores. Ed. CAI.
  •  Los fósiles en Aragón. Eladio Liñan Guijarro. Ed. CAI.
  •  Guía para conocer la naturaleza. Patricia Touyre. Ed. Martínez Roca.
  •  Manual del naturalista aficionado. Vinson Brown. Ed.
  •  Enciclopedia de los animales. Colección. Varios autores. Ed. Orbis, S.A.
  •  La humanidad primitiva. Emiliano Aguirre y otros. Ed. BBV.
  • Empelte, nº7. J. Balsa , Mª C. Guerrero, C. Montes, Mª L. Pascual.

OBRAS VARIAS SOBRE ANATOMÍA.
  • Vertebrados ibéricos, Luis Gallego Castejón (coll.). Ed Bilbilis.
  • Insectivors i roseadors de Catalunya. Joaquin Gosalbez i Noguera. Ed. Ketres.
  • Clave osteológica para la identificación de los passeriformes ibéricos. Ardeola 32 (295-377); Ardeola 33 (69-129); Ardeola 34 (243-273). E. Moreno. Ed. S.E.O. 
  • Prácticas de zoología. Universidad Autónoma de Madrid. Anatomía del cráneo de mamíferos.  E. García-Barros & H. Romo.

lunes, 9 de enero de 2012

Marcas del picapinos sobre los troncos

Uno de los animales más típicos de nuestros bosques es el pájaro carpintero o picapinos. El indicio más frecuente de la presencia de un picapinos es el típico agujero en el tronco de un árbol y que suele ser indicador de la presencia del nido de este ave. Si el nido es reciente, en el suelo al pie del árbol podremos contemplar las astillas o viruta arrancada por el pico en su trabajo de perforación. Este nido de picapinos está ubicado en Ruesta.
 Más frecuente que el agujero del tronco es el taller del pico. Se conoce como taller del pico a un lugar determinado donde el pájaro carpintero abre los frutos duros y piñas. En ocasiones, el taller es una simple grieta de una corteza, pero con frecuencia el lugar donde inserta los frutos es una hendidura fabricada por él mismo para tal fin. En estos talleres, podemos ver las piñas trabajadas colocadas en su sitio y un montón de piñas al pie del mismo. Únicamente retirará la piña cuando venga con otra para colocar, por lo que siempre veremos alguna piña incrustada en el taller. El taller de pico de la foto está ubicado en el parque de Biescas.

Rastros de martín pescador

Muchas veces, conocer el comportamiento de los animales es un valor añadido si lo que queremos es constatar su presencia mediante el rastreo. En este caso, queremos saber de la existencia de martín pescador en un tramo de río determinado. Elegir el lugar que le gusta al martín pescador es el primer paso. Un remanso o una charca aislada tras una avenida es un buen lugar para comenzar. Buscamos después un lugar desde el que el martín pescador pueda acechar a los peces y lanzarse sobre ellos.
Los excrementos blancos y brillantes bajo el lugar donde se posa son característicos. Son diferentes que los de otras aves pues parecen estar compuestos de una especie de brillantina que les da un toque de brillo que otros excrementos de aves no poseen. El motivo de que estos excrementos sean blancos es por que están compuestos básicamente de urea; es decir que sólo son orina. Los restos no digeribles sólidos son expulsados en forma de egagrópilas

Entre las piedras de la base del posadero podremos entonces encontrar las características egagrópilas, señal inequívoca de la presencia del martín pescador. Si las desmenuzamos entre nuestros dedos, advertiremos la presencia de pequeñas espinas y de escamas. Este posadero de martín pescador está ubicado en el río Gállego, en La Paul.

Misteriosos agujeros en las conchas.

Cuando recogemos conchas en la playa, muchas veces comprobamos que tienen unos pequeños agujeros circulares de forma ligeramente cónica. ¿Quien habrá hecho estos agujeros?. Parece que alguien los ha practicado para fabricar colgantes, ya que muchas veces están colocados perfectamente para este fin.
Estas perforaciones son provocadas por la actividad de caracoles depredadores de la familia naticidae. Estos son capaces de roer con su rádula y disolver con su saliva corrosiva la concha de otros moluscos. Una vez perforada la concha, introducen una probóscide con la que matan y consumen el cuerpo del inquilino.
En la foto, agujeros de natícido en una concha de Arca de Noé (Arca noae) recogida en la playa de Cubelles.

Huellas de perro en la playa


Quiero comenzar esta sección de huellas en la playa con las fotos de una curiosa huella de perro. Los perros no suelen dejar marcas de los talones de sus manos delanteras por estar éstos muy altos en la marcha normal. Cuando un perro juega con otro o con su dueño, o cuando baja por una pendiente muy pronunciada, la posición forzada de sus extremidades pueden dar lugar a huellas como las que muestro en esta foto. En la parte superior de las huellas se aprecian las marcas dejadas por los dedos. Un poco por debajo de estas aparecen las huellas correspondientes a las plantas de la manos y abajo del todo, de forma alargada por haberse deslizado hacia adelante, la almohadilla del talón de la mano. Esta foto está tomada en el Delta del Ebro.

Comenzando el viaje....


Hoy comienza para mí el viaje por la red. Mi barco es imaginario, se trata del Beagle, el barco donde navegó Charles Darwin. En él voy de grumete, no aspiro a ser el naturalista titular. Tan sólo soy un humilde aprendiz. Las bodegas están llenas de provisiones y estoy dispuesto para zarpar. Desde este barco virtual expondré mis pensamientos de naturalista de campo así como las experiencias personales en mis salidas, fotos, claves, etc. Espero que sea de utilidad a alguien y que al menos proporcione entretenimiento. Contagiar mi pasión por la naturaleza es mi objetivo, que espero no sea demasiado pretencioso.