martes, 22 de enero de 2019

el banquete del gato doméstico

El pasado lunes, recorriendo la pradera de césped de la piscina municipal donde trabajo me topé con los restos del banquete de un gato doméstico (Felis catus). La ausencia de viento y lluvia esa mañana hacía que los restos se encontrasen frescos y sin alterar, así que podemos centrarnos en los detalles. En la fotografía superior, apreciamos un grupo de plumas. En primer lugar, nos permiten identificar la especie de la víctima, que en este caso se trata de una tórtola turca, (Streptopelia decaocto). Las plumas están muy agrupadas debido a que no hacía viento durante el desplume. No obstante vemos como aparecen algunas plumas agrupadas. Tanto algunas de las que cubren el cuerpo, como es el grupo que se encuentra más arriba en la foto, como las de las alas y cola.

En primer lugar nos fijamos en el grupo de plumas que aparece marcado con el número uno en la fotografía que encabeza la entrada.



Una mirada a las puntas de los raquis de las plumas de la cola, nos muestran como estos aparecen cortados. Esto se debe a que los gatos y otros carnívoros, no arrancan las plumas, sino que los cortan pos su base. Luego si en otra ocasión encontramos plumas tratadas de este modo, podemos asegurar que han sido arrancadas por un mamífero y no por un ave. Es decir, los cañones cortados tan sólo informan de que un ave ha sido muerta por un carnívoro sin especificar.


En segundo lugar, nos fijamos en el grupo de plumas que aparece marcado con el número 2. Se trata de las plumas de las alas.

Vemos que aparecen los raquis también cortados, pero no siempre puede ser así. Lo que invariablemente es siempre igual en este caso es que las plumas más largas, las primarias aparecen todas juntas y con ellas las cobertoras como estaban cuando el ave estaba en vida, y es que la punta del ala está cortada, conservando los huesos y la carne en algunas ocasiones. Cuando encontramos extremos de alas tratados de este modo, aunque no encontremos nada más porque el viento ha podido llevarse el resto de las plumas, podemos asegurar que nos encontramos ante los restos del festín de un gato doméstico.