sábado, 12 de mayo de 2012

El sorprendente oído de los búhos


Ya me ha pasado en varias ocasiones encontrar publicadas algunas afirmaciones que luego no son del todo veraces. En este caso es la conocida por muchos, asimetría de los oídos de los búhos que se puede apreciar en su cráneo. La primera vez que leí sobre esto fue en los cuadernos de campo de Félix Rodríguez de la Fuente. Después en una publicación de varios autores. En ambos casos, la explicación de la asimetría de los oídos de los búhos venía acompañada de una ilustración que os pongo aquí al lado.
Pensé entonces que un cráneo de búho era una pieza de gran valor didáctico puesto que ilustraba a la perfección la 
espectacular adaptación de los búhos para localizar las presas. Cuál no sería mi sorpresa cuando viendo un cráneo de búho comprobé que este era completamente simétrico. Achaqué la simetría a que el cráneo que pude observar no era de la especie que se citaba en el artículo. En concreto se hablaba del búho campestre (Asio flammeus).  Con el tiempo, un amigo me proporcionó un ejemplar disecado de lechuza campestre de cierta antigüedad. Me puse manos a la obra y extraje el cráneo para comprobar la dichosa asimetría y… tampoco existía.
Para los que no sean tan viejos, conviene recordar que en España la captura de aves rapaces y otros carnívoros como el lince, fue remunerada por el estado, concretamente por la Junta de Extinción de Animales Dañinos. La promulgación de las leyes de protección de especies amenazadas convirtió en furtivos a aquellos que un día antes trabajaban como “alimañeros”. No eran pocos los cazadores que lucían búhos reales, águilas de todo tipo y otra serie de animales que de repente se convirtieron en artículos delictivos. Se gastaron un montón de dinero en disecar animales que el estado quería erradicar y de repente corrían el riesgo de ser multados. Incluso un lince se podía ver en un bar de Zaragoza del mismo nombre y que ahora forma parte de la colección del colegio La Salle Montemolín de Zaragoza. Siempre hemos sido un país de vientos cambiantes sin previo aviso.
Un día que circulaba por un camino de Zuera, un pueblo de la provincia de Zaragoza, vi un búho campestre (Asio flammeus) que yacía muerto a un lado del camino. Fue atropellado. No llevaba ningún tiro.  Me bajé del coche, y como estaba “fresco” decidí observarlo con detenimiento. Observé el típico desflecado de las plumas de las alas que les proporciona ese volar silencioso típico, su sedoso plumaje, su típico disco facial… decidí mirar sus oídos, todavía no sé porqué. Quedé tremendamente impresionado y decidí tomar unas notas de campo y realizar unos dibujos que os traigo en esta entrada. Realmente, los oídos de los búhos eran asimétricos, pero dicha asimetría no correspondía a la morfología de su esqueleto, sino a la existencia de un tabique de piel en uno de sus oídos que tiene como consecuencia que los sonidos que vienen de abajo y de delante se canalicen mejor que en el otro oído, ya que carece de este tabique.

Igualmente, comprobé que las plumas que dibujan el disco facial de los búhos son de varios tipos. Unas, son rígidas, como pequeñas espátulas. Éstas son las que dibujan el contorno del disco facial. Forman una pantalla alrededor de la cabeza y los oídos que tienen la misión de funcionar como pabellones auriculares.
 Si nosotros queremos hacernos una idea de cómo funcionan, sólo tenemos que poner nuestras manos por detrás de los oídos con la palma hacia delante y curvándolas para “hacer más grandes nuestras orejas”… sorprendente. También hay un segundo tipo de plumas, que conforman el interior del disco facial que son rígidas y sin barbas, de modo que dejan que el sonido pase a través de ellas con facilidad y así es recogido por las plumas rígidas del disco facial. Un tercer tipo, son las plumas que sobre el pico, dividen el disco facial en dos mitades, que hacen la función de “barrera divisoria entre orejas”.


Con el objeto de complementar los dibujos que tomé aquel día, os pongo dos vistas de un recortable de lechuza común  (Tyto alba) a tamaño real que adquirí por internet y que es bastante fiel. A la izquierda una imagen del recortable visto de frente donde podemos advertir el típico disco facial de la lechuza común. 






A la derecha podemos ver una vista de perfil de la lechuza común. Su cabeza aparece con aspecto redondeado, pero como vemos abajo, este aspecto es debido a lo espeso del plumaje ya que su cráneo es alargado como en el resto de las aves.







En esta imagen donde se ve un cráneo de lechuza podemos ver la gran diferencia que hay con el aspecto del animal cuando lleva puesta la “camiseta”. 

7 comentarios:

  1. Qué interesante Carlos! La verdad no se casi nada de aves, pero me llamó la atención esta entrada. Muy buenas todas tus explicaciones sobre la morfología del cráneo y plumas, muy didáctica.
    Lo único que no me queda claro, si la asimetría no está en la parte ósea, por qué aparece dibujado así en los textos? Incluyeron la parte membranosa como si fuera el cráneo?
    Saludos

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    1. Este dibujo corresponde al cráneo del mochuelo boreal, único género que posee tal forma craneal, por lo menos en Europa. Con semejante forma craneal no sé si este búho necesitará las membranas que orientan los oídos. El motivo de que aparezca ilustrando otras especies puede ser traducciones defectuosas, erratas o quien sabe...

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  2. Felicidades por tu blog, no lo conocía, es estupendo!!
    Salu2

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  3. Hola.Como puedo sexar o disferenciar a un macho de una hembra tanto en lechuzas (Thyto Alba) como en buhos? Gracias

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    1. Generalmente, las hembras de los búhos son más grandes que los machos. en algunos casos como por ejemplo en el caso del búho real podríamos encontrar machos de 1,5 kg y hembras de 3kg. Pero hemos de tener en cuenta, que puede haber machos grandes y hembras pequeñas cuyos pesos pueden rondar en ambos casos los 2kg.
      A simple vista, yo no soy capaz de diferenciar los sexos. Quizá en blogs como el de Brookei te pueden contestar mejor esta pregunta. El enlace lo tienes en la columna de la derecha.
      Saludos

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  4. Las hembras de las rapaces por lo general son más grandes que los machos, sólo en algunas especies como los buitres la diferencia es mínimo. Esto se debe a diversos motivos, siendo la hembra más grande y en consecuencia más pesada puede portar los huevos con mayor "facilidad", así como proteger el nido mejor o despedazar las presas con menor esfuerzo. Sin embargo los machos son más pequeños y en consecuencia más ágiles y mejores cazadores.

    Un saludo
    Ricardo

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