Las balsas o charcos que se hacen en los claros del bosque,
son lugares en los que podemos descubrir las huellas de los animales que acuden
a saciar su sed. En este caso, las huellas que encontramos son las de un corzo.
En esta balsa, conseguí fotografiar tres tipos de huella de corzo. En la
primera foto, podemos apreciar las huellas dejadas por la pata delantera o mano
y por la pata trasera. Os he indicado con letreros cual es cual. No obstante,
os relato los detalles que invariablemente diferencian ambas huellas.
La posición de las dos pezuñas en la pata trasera, se
disponen de forma habitual en sentido paralelo. En el caso de esta huella,
podemos apreciar un contorno más hundido en la parte anterior y puntiaguda que
corresponde a la uña que cubre la pezuña. El resto de la impresión corresponde
a la zona carnosa conocida como suela y a la parte posterior de forma más o
menos elíptica que sería conocida como almohadilla.
En el caso de las huellas correspondientes a la mano o pata
delantera, lo que apreciamos es que los cascos no están dispuestos de forma
paralela. También es de destacar el hecho de que las pezuñas delanteras sean
más grandes que las traseras. Esto es común a muchos animales. Las pezuñas de
las patas delanteras son más móviles que las de las patas traseras, y por eso
se pueden abrir más o menos en función de la marcha y la consistencia del
sustrato. Generalmente se disponen en forma de “V”, cuya apertura puede llegar
casi a los 90º cuando el corzo se desplaza al galope o saltando.
En la segunda foto, apreciamos una huella de la pata
delantera en el centro de la foto. El barro estaba blando, por lo que la pata
se hundió tanto como para que se marcasen las pezuñas secundarias, más pequeñas
y situadas más arriba en la pata, por lo que no siempre dejan marcas. Ahora advierto que
la flecha apunta más arriba de la pezuña secundaria, y que esta está más bien a
la altura de la “C” de mi nombre.
La distancia a la que encontraremos estas impresiones de las
de las pezuñas principales no es la misma si hablamos de las patas delanteras
que si hablamos de las pezuñas delanteras. Generalmente, en los cérvidos, las
pezuñas secundarias de las patas delanteras están por detrás de las pezuñas
principales y el hueco que queda entre la parte posterior de la pezuña principal
y la parte anterior de la pezuña secundaria es ligeramente mayor que la
longitud de la pezuña principal. En el caso de la pata trasera, el espacio
citado es claramente menor.
Por lo demás la forma de las pezuñas principales es alargada
y fina, cuatro veces más largas que anchas aproximadamente, y de unos 3-5 cm de
longitud.
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