jueves, 22 de julio de 2021

Más cosas sobre los sapos...

 

Sigo observando como se va implantando la población de sapos en el nuevo bosque-jardín. La verdad es que estoy muy contento con ella. Un vecino me comunicó que un sapo se estaba paseando por el salón de su casa un día a las 12:30 de la noche tan campante. Se sitúa a unos 700m. de mi casa y me da esperanzas sobre la recuperación de la presencia de estos animales. Además ellos también tienen un bosque-jardín donde los sapos podrán desenvolverse y reproducirse sin problemas cuando les pueda proporcionar un punto de agua.

En casa, los hemos visto en las proximidades del huerto donde mantienen a raya a las babosas. La caballería llegó algo tarde y algunas lechugas ya habían desaparecido, pero la naturaleza requiere paciencia. Vale más perder diez lechugas que ponerse nervioso e ir a buscar venenos a la tienda.

En el estanque provisional que hice, con lona EPDM, enseguida hicieron sus puestas, lo que indica que se quedarán por la zona. Este invierno haremos un estanque mayor con una zona poco profunda donde ellos puedan poner sus cordones de huevos como lo hacen en los charcos de los caminos y como lo hacían en las ahora inexistentes balsas que acompañaban a cada casa rural o “torre”, que es la denominación que reciben estas construcciones en Aragón, quizá más en Zaragoza.

Al ser de pequeño tamaño, algunos se colaron dentro de la casa, y poco a poco los hemos ido desalojando cuando los hemos visto corretear por las noches. Ahora disponemos un listón de madera que impida que entren más, aunque también impiden que salgan los de dentro. En el interior de la casa se alimentan de hormigas, exactamente igual que hacen en el exterior, así que no existe problema de muerte por inanición. Al datar la construcción de finales del siglo XVII o principios del XVIII y estar construída de tapial, han encontrado acomodo excavando huecos en las paredes, y la humedad del paramento es suficiente para ellos.

Al parecer ya sólo nos queda un inquilino, no muy grande a juzgar por sus excrementos, y que se ha delatado al caminar sobre el mortero de nivelación fresco que se extendió previo a la colocación del suelo.

En la fotografía de sus huellas se puede apreciar tan sólo la marca de las puntas de sus dedos tanto en el caso de la mano como en el del pie. Cuatro dedos que posee en las manos y que se orientan hacia el interior de la huella y cinco alineados en el caso del pie. Podemos advertir como el dedo más interno de la mano, en este caso, coincide con la marca del dedo más interno del pie del mismo lado, en este caso el lado derecho en ambas extremidades.

En los próximos días desalojaremos al último de nuestros inquilinos que nunca fue mal recibido y que nos obsequió con este magnífico rastro de su presencia. Consideramos un lujo poder disfrutar de una buena población de sapos en nuestro huerto y en el resto del entorno. Poco a poco construiremos un hogar para todos aquellos seres que un día fueron desalojados por la agricultura industrial o por la especulación inmobiliaria. Tanto la fauna, como nosotros como humanos compartimos este vínculo especial.