viernes, 12 de noviembre de 2021

Las típulas en el bosque-jardín

 




Todas las personas o una gran mayoría de ellas habrán visto alguna vez una típula. Es una especie de "mosquito gigantesco" que al sentirse atraído por la luz puede acabar dentro de nuestros hogares y que quien no sabe de que bicho se trata y cree encontrarse ante un mosquito, acaba matándolo presa del pánico. Si bien el insecto adulto es conocido, no lo son tanto sus larvas. Ellas viven bajo el suelo, alimentándose de raíces. Los céspedes de los jardines de las ciudades han facilitado el hecho de que este insecto pueda ser contemplado también en los entornos urbanos. 



En nuestro bosque-jardín la cantidad de larvas de las típulas alcanza números astronómicos. Es imposible realizar cualquier excavación para colocar un nuevo arbusto, un árbol o poner verdura en el huerto sin encontrar varias. Son más numerosas incluso que las lombrices. No soportan el encharcamiento. Hace unos días, hice "largo" de agua en el riego y al permanecer el agua en la superficie más tiempo de lo normal, miles de estas larvas salieron al exterior. (Foto de la derecha)


No sabemos muy bien cual es el mecanismo, pero como si un teléfono o una señal especial hubiese sonado, casi un centenar de Garcillas bueyeras (Bubulcus ibis) acudieron a la imperceptible llamada. Dejaron todo como un gallinero. Las plumas blancas y cantidad de excrementos por todos los sitios advertían el "festejo" que habían llevado a cabo. En la parte más seca del campo, una enorme bandada de estorninos (Sturnus unicolor) forrajeaban en el suelo en busca también de las larvas de típula que suben a la superficie con el riego,  dejando las típicas marcas de forrajeo de los estorninos que son una serie de numerosos agujeros de 1cm de diámetro que aparecen entre las briznas de hierba.

Aún así, ni los estorninos ni las garcillas bueyeras pudieron acabar con todas las larvas de típula, y durante un par de días, notamos un olor que desprendía la tierra que se correspondía con la putrefacción de miles de larvas de típula ahogadas en una parte de la pradera. 

Leí una vez, no recuerdo donde, que los seres vivos que están en el suelo de una pradera y que se dedican a descomponer la materia orgánica, pesan más que las vacas que pastan en esa misma pradera. Se entiende que es en una pradera que no está sobreexplotada, claro. Con este episodio vivido hace unos días no me queda ninguna duda sobre esa afirmación. 

llevamos unos días sin regar pero las "bandadas" de estorninos siguen siendo muy numerosas. Las últimas semanas de calor lo que encontraban los estorninos ya no eran larvas, pues ahora están transformándose en típulas adultas. Las pupas en las que se advierten las largas patas que caracterizarán al adulto y que se aprecian en la foto de la izquierda, aparecían sobre la carrocería  del coche o sobre a lona del carro que está bajo los árboles, pues algunas de estas pupas parece ser que se les caían antes de ser ingeridas, quien sabe si en peleas por comérselas. Durante esta última semana y la anterior lo que se apreciaba en gran cantidad eran las típulas adultas sobre las paredes, arbustos, árboles...