domingo, 29 de octubre de 2017

La generación espontánea...

               
Hace muchos años ya que se sabe que los seres vivos no aparecen por generación espontánea, aunque algunas veces de esta impresión. Tras las últimas lluvias, de nuevo en los charcos aparecen estas criaturas. Se cuentan por miles y llegan a formar manchas flotantes de color negro de dimensiones variables. Al ser tan pequeños, el resto del año no se repara en ellos, y cuando pueblan los charcos en cantidades ingentes parece que surgen de la nada. La bibliografía dice que viven en las orillas de charcos y estanques, pero en el caso que nos ocupa es diferente. Lleva varios meses sin llover y no hay agua cerca en la que puedan desarrollarse, por lo que deben de habitar en conductos oscuros de las acequias donde hay humedad constante entre riego y riego, pues no baja siempre agua y llegan a secarse. Sí que es cierto que este otoño han sido mucho menos abundantes que otros, pero si pensamos que viven ligados a ambientes húmedos no es de extrañar. Se tarta de Podura aquatica, un colémbolo. También se los conoce como saltarines o saltones, debido a una formación especial que tienen bajo su cuerpo, que se llama furca y que puede catapultarlos en un salto considerable.

             

   He leído de otras personas que los han encontrado también en charcos tras las lluvias en bosques húmedos y en primavera, pero yo siempre que los he visto ha sido en otoño, quizá porque en Zaragoza es en otoño cuando se dan estas condiciones de mayor humedad.







Imagen con más detalle de un juvenil de Podura aquatica procedente de wikipedia Commons

domingo, 1 de octubre de 2017

Adios maíz... o lo que seas!

Por fin llega el tiempo de la cosecha y se lo llevan. En Aragón miles de seres extraños nos acechan en los cultivos. Son iguales que el maíz. Se elevan desde el suelo como el maíz, producen semillas como el maíz, su planta se seca como el maíz, y finalmente se cosecha como el maíz. Se trata del maíz transgénico. Un ser vivo producido por ingeniería genética que está compuesto de la mezcla del ADN del maíz y del ADN de una bacteria Bacillus thuringiensis. En este caso concretamente de una variedad tóxica para las orugas de los lepidópteros. Las mariposas.
Los defensores y productores de este ser vivo, aseguran que no es peligroso, y que tan sólo se trata de maíz. Pero es un ser vivo nuevo, como ellos aseguran, ya que puede ser objeto de patente. Es un ser creado por ellos. Aseguran que en la naturaleza se dan casos parecidos, pero el hecho es que este no se da.
Por precaución, está autorizado este cultivo con el único objeto de servir de alimento al ganado. Pero soltar un ser vivo en la naturaleza tiene sus riesgos, puesto que una vez afuera nosotros ya no lo podemos controlar. En 2000, la empresa Kraft, que produce tortillas de maíz para comida mejicana, tuvo que retirar del mercado miles de estas tortillas al presentar en su composición maíz transgénico no apto para consumo humano.
En España, y concretamente en Aragón se han documentado contaminaciones en maíz convencional en Villa nueva de Gállego y ecológico en Sariñena, donde el cultivo ha sido declarado no apto como ecológico y el agricultor no ha sido compensado. En muchos casos los agricultores optan por no sembrar ecológico, y aquellos que insisten retrasan la plantación para que no coincida la época de polinización y evitar la contaminación.(V. Gonzálbez et A.Bello 2004)
En los campos que rodean mi casa, convive el maíz convencional y el transgénico, que ocupa mayor extensión. El maíz convencional se separa por la linde del campo, y los productores de maíz transgénico se supone que siembran en los linderos maíz convencional para aumentar la distancia. (datos de los agricultores).
Si bien el departamento de agricultura y la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria sostienen que el polen de maíz es relativamente pesado y aunque es transportado por el aire no alcanza grandes distancias, los resultados de los estudios sobre distancias recorridas por el polen de maíz impulsado por el viento (Hofmann et al. Environmental Sciences Europe 2014.) han registrado dispersiones de más de 4 km. La frecuencia de vientos en el entorno de Zaragoza (según datos de AEMET,   prácticamente no hay un sólo día en el que no sople al menos una leve brisa) hacen que sea difícil de creer que el maíz destinado a consumo humano no contenga trazas o esté contaminado por maíz transgénico. Existen ya estudios que hablan de la imposible coexistencia de ambos cultivos. (Altieri M. A. The myth of coexistence: why transgenics crops are not compatible with agroecologically based system of production. Buletin Sciencie Technology & Society, vol 25.)
El objeto del maíz convencional es fabricar productos para alimentación humana, y el del transgénico piensos. Pensar que el maíz trangénico no va a entrar en la cadena de consumo humana, es como mínimo un acto de irresponsabilidad. Aún en el supuesto de que los productos no fuesen perjudiciales para la salud, el hecho de que no figure en el etiquetado "puede contener trazas de maíz transgénico" hace que el etiquetado sea defectuoso, pues el cliente no puede decidir.
El maíz se procesa para obtener almidones, glucosas, harinas, fructosa... el hecho de usar maíz procedente de España, concretamente de Aragón o Cataluña, máximos productores de maíz transgénico, hace que hoy por hoy en mi familia no consumamos productos que contengan estos ingredientes, porque queremos elegir como consumidores, lo que equivale a renunciar a margarinas, mahonesas, embutidos...
Además si añadimos el caso de la soja producida en el extranjero, y los tratados de libre comercio firmados o por firmar en Europa, tampoco el consumo soja asegura que no sea un cultivo contaminado. Hoy por hoy,  en cuanto a derivados del maiz y la soja, mientras no cambien las posturas agrícolas,  solo se tiene garantías consumiendo ecológico.