miércoles, 11 de enero de 2012

Convergencia evolutiva


Una de las cosas que más me sorprenden todavía cuando observo a los animales y plantas en mis salidas al campo, es lo constante que es la naturaleza en su diseño. Una vez ha "encontrado" un diseño bueno para una herramienta, la selección natural favorece que ligeramente modificado y adaptado a su portador aparezca en animales que poco tienen que ver entre ellos pero que tienen costumbres similares.
El caso que os muestro es el del grillotopo o alacrán cebollero, cuyas extremidades delanteras están adaptadas a la excavación de galerías subterráneas por las que se desplaza en busca de los vegetales y raíces de las que se alimenta. Es básicamente un grillo, pero sus costumbres han favorecido el crecimiento de las espinas de sus tibias delanteras de modo que se han convertido en palas sorprendentemente parecidas a las manos modificadas del topo común en la imagen siguiente, que están igualmente adaptadas a la excavación incesante de galerías. Ambas especies han adquirido un cuerpo cilíndrico y han perdido las partes que molestarían en su desplazamiento subterráneo como son las orejas en el topo y las alas en el alacrán cebollero.

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