martes, 15 de julio de 2025

Por fin en casa.

 


Hace diez años ya que adquirimos lo que hoy es nuestra vivienda. Las circunstancias de la especulación inmobiliaria y la inclusión de nuestra vivienda en una zona urbanizable nos abocaron a la expropiación y tener que abandonar la antigua morada familiar a mayor gloria de las empresas inmobiliarias. Es frecuente en nuestro país perder derechos fundamentales frente a las grandes empresas por "el interés general", que es el arma que los políticos utilizan para contravenir los dictámenes técnicos y científicos y poder favorecer al sector inmobiliario pareciendo que lo hacen por favorecer a la ciudadanía

Tuvimos que adquirir la nueva vivienda, que hemos reformado con gran coste para nuestra salud. Tantos años de trabajo continuado no pasan en balde, y a la vez que nos agotábamos íbamos cumpliendo años. Hoy, día 15 de julio de 2025, justo se cumplen esos diez años. Ponemos la tradicional bandera al final de obra. Pero  mejor ponemos una bandera de lo que fue un gobierno más justo, y que por ello, fue depuesto. No vamos a poner la bandera de quien esgrimiendo el interés general, acaba premiando el interés particular del más rico. En todo este tiempo, un paréntesis de vida de naturalista interrumpido por los “hallazgos” que se suceden durante una obra y el ver crecer el bosque jardín que comenzó con la plantación en abril de 2006, durante las fiestas de la “Semana Santa”. Lejanos quedan los días de retirada de hierba que robaba la luz a la plantación, y la de colocación de tutores que permitieran a los frágiles plantones no sucumbir ante la furia del cierzo tras haber vivido un año en un vivero abrigado. 

Algo ya hemos relatado en este mismo blog sobre las cosas que van ocurriendo en el bosque-jardín. Desde las apariciones masivas de típulas un año, hasta los pulgones que parecían iban a acabar con todo y como sus depredadores los controlaron.  Una historia de vida y muerte que es cotidiana y que se desarrolla todos los días. Comer y no ser comidos. El estanque, ha traído vida y espectáculo tanto visual como sonoro. Este año, la presencia de una grajilla cangrejera (Ardea ralloides) de la que sólo disponemos de imágenes de móvil de escasa o ninguna calidad.

Dormimos con la nana que nos cantan los machos de los sapos parteros (Alytes obstetricans) foto de la derecha, con su insistente pi-pi-pi. Esta es una ilusión que albergué siempre desde que los oí cantar entre los huecos de las paredes de la casa de mi colega Sylvain Vanderesse, en su casa de Oloron Ste-Marie. Las ranas (Rana perezi), aunque bastante más ruidosas, no nos impiden conciliar el sueño, y tampoco los ruiseñores (Luscinia megarhynchos), que este año podemos decir que han interpretado su canto desde nuestro seto.


Este año, estoy contento con el nuevo fichaje de nuestro bosque-jardín. Nuestros robles presentan las inconfundibles “canicas” o agallas del roble, inducidas por la presencia de la avispita (Andricus kollari). A estas, agallas, sí hemos hecho fotografía que se acompaña este texto. Los robles más próximos desde los que podría haber llegado la avispa de las agallas del roble se sitúan a 32 kilómetros de distancia, en plan Sierra de Alcubierre. Los robles de la Sierra, ya se usaron para la construcción del Puente de Piedra en 1432. "De todos los bosques de robles de la zona, los de mayor calidad se encontraban en Leciñena".



No son estos insectos los únicos que inducen agallas en las plantas de nuestro bosque-jardín, puesto que también hay pulgones que las producen. dos hay muy llamativos,  Pemphigus bursarius, en los peciolos de las hojas del chopo y Pemphigus immunis en los brotes, (foto de la derecha). Los pulgones que inducen estas agallas, segregan una ceras especiales que les dan el apodo de "lanudos o lanígeros), y se encuentran en el interior de las agallas, a salvo de sus depredadores.  ,


Una de las cosas que más juego dan a los naturalistas son los artrópodos con su espectacular poder de colonización. Tras unos años libres de presencia de la polilla del boj (Cydalima perspectalis), hemos vuelto a constatar la presencia de ella sobre nuestros boj. Es para la única especie que ejercemos un control, pulverizando con Bacillus thuringensis en su variedad específica para orugas. La situación de la polilla del boj de especie invasora y especialmente destructiva, nos mueve a utilizar este control para evitar que los adultos puedan llegar a colonizar cualquier otro boj. La proliferación de especies ajenas a nuestros ecosistemas, es lo que ya denominamos en otra entrada como la nueva globalización  

Espero en esta nueva etapa, cuando ya estamos viviendo en la nueva casa desde el día 1 de julio, me permita ser algo más fiel a la publicación de entradas en este blog, que las circunstancia me habían obligado a apartar. 

1 comentario:

  1. FELICIDADES, para ti y tú familia q también se lo merecen y a vivir a gusto en ella y en el inmenso jardín con todos esos vecinos q tenéis , en la charca y árboles, ENHORABUENA.

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