domingo, 11 de noviembre de 2012

Otras cosas sobre gatos


            Uno de los rastros que los animales dejan de su presencia son los excrementos. En algunos casos, estos se usan como balizas olorosas del territorio y están colocados en lugares muy expuestos; en otros en cambio, son depositados en lugares apartados. El caso es que de un modo u otro, lo que está bien claro es que las costumbres de los animales son muy variadas.
            En el caso del gato, tanto del doméstico como del montés, el proceder con los excrementos no es siempre el mismo. En el caso de encontrarse en el interior del territorio ocupado por el gato, los excrementos se sitúan en zonas concretas, acumulados en número variable y enterrados total o parcialmente. Sin embargo, cuando los excrementos son depositados en las zonas más exteriores del territorio, los excrementos son depositados sin cubrir, quedando pues más a la vista, a modo quizá de marcaje olfatorio. No obstante, el lugar elegido no es generalmente un lugar destacado especialmente apareciendo en el suelo directamente, no en una piedra grande o en la parte superior de un tocón.
            De todos los modos, el aspecto del excremento es fácil de identificar como podemos ver en la fotografía de más arriba, y su diámetro está en torno a 1,5 cm.

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