martes, 7 de mayo de 2013

La vida de los barrenillos. (Barrenillos III)




Como continuación a la entrada que hacía referencia  a los barrenillos, viene esta que habla de forma muy somera de su vida. La vida de los barrenillos transcurre casi al completo bajo las cortezas de los árboles. Cuando son larvas, la constitución de su cuerpo es un simple “saco” que contiene los órganos y en donde realiza la digestión de las ingentes cantidades de comida (comparándolas con su tamaño), adosado a una cabeza dura a modo de casco y que tiene como función sujetar los músculos que mueven sus potentes mandíbulas. Estas larvas, que pasan el día comiendo, multiplican su tamaño en un período más o menos breve según el tamaño definitivo del insecto adulto. El túnel en el que viven es ensanchado progresivamente al mismo ritmo que crece el cuerpo del animal. La presión del cuerpo contra las paredes del túnel evitan que al morder la larva se desplace hacia atrás cuando cierra la mandíbula, ya que no tiene patas con las que agarrarse a las paredes. Las galerías son excavadas y el material de la excavación es íntegramente consumido por las larvas como alimento. A su vez, las galerías excavadas son rellenadas con los excrementos, de modo que la larva no vive en una galería, sino que su "hogar" es un ajustado habitáculo formado por la madera de la que se alimenta a los lados y al frente, y por los excrementos detrás.
 Este tipo de larvas, si son extraídas de sus ajustados túneles mueren de hambre. Al final de su desarrollo, construyen una cavidad con forma de capullo donde mudan la piel larvaria y la cambian por la de ninfa, cuyo aspecto es como el del adulto pero de color blanco y de textura blanda. Las patas, antenas y alas aparecen en estuches más o menos pegados al cuerpo adoptando el aspecto de una momia.
Cuando el insecto adulto emerge de su envoltura ninfal, construye un conducto por el que sale al exterior. Posteriormente, se alimentará para madurar sexualmente si no lo ha hecho en el interior del tronco donde ha crecido (depende de las especies) y volará hasta un nuevo árbol en el que se reproducirá. 


El insecto adulto, que es un escarabajo, tiene el diseño de una tuneladora en miniatura. Sus mandíbulas son poderosas y se sitúan en una pequeña prolongación de la cabeza, cuya articulación esférica con el cuerpo le permite movimientos hacia arriba, abajo y a los lados. La configuración de su cabeza facilita que cuando va royendo el túnel de sección circular, dicha sección sea de la medida exacta para el insecto. Éste, cuyo cuerpo no se puede expandir como cuando era una larva, se sujeta a las paredes del túnel con sus patas y unos pelos rígidos que se llaman quetas. Tal es la precisión con la que encaja en su galería, que cuando pone los huevos a lo largo de la misma, ha de construir unas pequeñas cavidades para alojarlos y que de este modo no sean arrojados al exterior cuando el insecto saca del árbol el serrín producido en la excavación. Generalmente, es el macho el que está encargado de limpiar la galería de puesta o materna de serrines y excrementos. Esto provoca que en las especies cuyo macho es polígamo, sus élitros tengan una particularidad que le facilite el trabajo adicional de limpieza de las galerías de las diversas hembras, pero esto ya será tema de una próxima entrada.

2 comentarios:

  1. Hola Grumete.
    No sé como andas de tiempo, pero te dejo este enlace porque creo que te vá que ni pintado.

    http://www.altotero.com/2013/05/se-busca-el-naturalista-mas-deseadoa-de-cada-provincia/#.UY6G1krwDSg

    Creo que eres un firme candidato para beneficiarte de esta iniciativa, sinceramente no se me ocurre nadie mejor. Mi voto ya lo tienes, y supongo que el de otros muchos compañeros de esa "red de araña" que comentas, también.

    Gran saludo.

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  2. Muchas gracias por tu confianza... hay muchos términos de informática y tal que ni sé lo que quieren decir... tendré que leerlo con más detenimiento.

    Saludos

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