domingo, 1 de enero de 2017

Construyendo un hogar 4. El bosque.

        
Eso me propongo. Disponer de algo parecido a un bosque que me proporcione ese sentimiento de aislamiento que cada vez me parece más gratificante. No llevo bien estar currando las horas convencionales de mi trabajo y después tener que desarrollar trabajos adicionales rehabilitando un huevo hogar para mí cuando tengo edad de estar echando una mano a mis hijos. La desbrozadora, tan necesaria en una finca que linda en dos de sus partes con acequias de tierra y hierba, me proporciona periodos de abstracción mientras corto la hierba oyendo el rumor lejano de su motor a través de los cascos de protección.
           Me parece que no crecen nunca. Unos Ginkos (Ginkgo biloba) a la entrada del camino es el lugar que dedicamos a la esperanza, algo que intentaremos mantener intacta. En esa parte del campo pondré frutales que proporcionen algo de fruta para nosotros y para nuestros vecinos los pájaros e insectos de los que tengo intención de rodearme, igual que en la casa en la que vivo actualmente. Ahora estamos poniendo los frutales. Un Kaki (Dyospiros kaki), tres granados (Punica granatum), y más adelante pondremos almendreras o almendros (Prunus dulcis), melocotoneros (Prunus persica), cerezos (Prunus avium) y albergeros o albaricoqueros (Prunus armeniaca) y nísperos (Eriobotrya japonica). Algunos nacidos de hueso. Quizá pongamos algunas especies más más. Siete olivos (Olea oleoides) y una higuera (Ficus carica)  les esperan desde la primavera tardía pasada. Han pasado mal el verano, pero han llegado todos vivos al invierno. Pero es el otro sector el que me hace ser más impaciente. El del bosque...

          Populus nigra), álamos (Populus alba), fresnos (Fraxinus angustifolia, foto del encabezamiento), almeces (Celtis australis), nogales (Juglans regia)  y tamarices (Tamarix gallica) bajo los que plantar algunos majuelos (Crataegus monogyna), y cornejos (Cornus sanguinea), todos ellos rodeados por un seto de lentisco (Pistacia lentiscus, foto de la derecha) que espero no me dará mucho trabajo ya que la idea es que crezca de forma libre para que el grosor del seto permita que se alberguen con comodidad los mirlos y ruiseñores (como lamento no poder trasladar los que me visitan cada año en mi casa actual). Ya anidan en los árboles grandes las palomas torcaces, antes raras pero ahora abundantísimas incluso en el interior de las ciudades. Este invierno pondremos coscojas (Quercus coccifera), enebros (Juniperus oxycedrus) y alguna carrasca (Quercus rotundifolia)...
Chopos (

           Cuando ya se acababa el mes de agosto,  pude observar el vuelo acrobático de las golondrinas mientras cortaba la hierba. Se llegan a acercar tanto que se contemplan perfectamente las cebas de los adultos a las crías en pleno vuelo. Un día un águila calzada pasó a saludar. ¡Cuanto tiempo hace que no voy a monte!. Me deleité con su vuelo, planeando en círculos que poco a poco se fueron alejando. Espero que al año que viene mis árboles estén mucho más grandes que ahora...




4 comentarios:

  1. Feliz año grumete o mejor dicho capitán del beagle! Muy interesantes tus posts, me surgen varias preguntas sobre este ultimo. Acerca de las especies forestales arbóreas y arbustivas(no frutales) que vas a plantar quería saber si son de estaquillado o si bien las has hecho germinar, de ser el segundo caso, te agradecería unas nociones o pautas básicas para conseguir que germinen con cierta garantía...creo que es un proceso algo complejo quizá esté equivocado...lo dicho, gracias de antemano y animo con la parcela, a buen seguro un lugar mejor en este planeta. Salud

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    1. Buenas.... gracias por tu visita, faltaría más...
      Las plantas las hemos comprado a un vivero forestal. Tamarix gallica, Populus nigra y alba son de estaquilla. Están estaquilladas directamente en el contenedor. Si ya sabes donde van a ir estas especies es mejor estaquillar directamente en el lugar, pues en un año puedes obtener crecimientos mayores, ya que la planta que compramos era algo pequeña. Lo que ocurre es que nos requiere menos cuidado poner planta con cepellón de la que tan sólo tenemos que ocuparnos de regar, ya que vamos pilladísimos de tiempo por el resto de las obras...
      El resto de arbustos, y de árboles son de semilla. Unos como los ginkgo biloba, de semilla puesta por nosotros años atrás. Los Celtis australis, unos de semilla pero comprados y otros de semilla pero germinados bajo los árboles de la casa actual, procedentes de semillas excretadas o dejadas caer por los pájaros. Los Juglans regia, de pequeños árboles que nacen de las nueces que las urracas ocultan y luego olvidan en macetas de otras plantas del jardín. Acabamos de poner tres cerezos y cuatro Punica granatum también procedentes de semillas procesadas por los pájaros. Los fresnos, de semilla y comprados en el vivero forestal.
      Este sábado compramos quejigos, coscojas, boj, enebros y espinos albares. Ya sólo faltarán los frutales...

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  2. Otro interesante articulo, A colacion de las torcaces me pregunto si las que crian ahora en las ciudades son descendientes de las que también nidificaban en las ciudades del N de Europa y alguna se quedó. O bien se ha ido acercando las siempre esquivas torcaces que poblaban muestros bosques ibericos. ¿Que opinas?
    Saludos
    Jorge Sánchez

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  3. Interesante observación. Por una parte, pudiera ser que son las salvajes que han decidido por fin acercarse a las ciudades, pero parece que ha sido algo como muy repentino que antes no ocurría. Parece lógico que si vienen a pasar el invierno palomas que ya viven en entornos urbanos, si decidiesen permanecer aquí, lo hiciesen en lugares similares a los que las vieron nacer...
    No sabría que opinar. Lo cierto es que tsmbién en entornos cercanos a la ciudad donde antes no se veían están siendo más comunes, y aquí el cambio no es tan drástico, pues se les ve alimentándose en los cultivos del extrarradio de las ciudades del mismo modo que se les veía entre los cultivos de los montes. Comoquiera que son aves que en invierno suelen aparecer en grupos más o menos numerosos, parece lógico que una vez que unas pocas decidieran anidar en nuestros parques el resto lo harían por el efecto llamada, con lo que ahora aparecerían mezcladas. En la ciudad sufren menos el acoso de los depredadores y es un buen motivo para quedarse. Me temo, que a no ser que tengamos datos sobre anillamientos la duda quedará ahí...
    Un saludo y gracias!

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